El lavadero de Rágol luce su mejor cara, después de la puesta en valor y recuperación a la que ha sido sometido. Esta construcción, que en su día era una infraestructura de primer orden para la vida en el municipio, se convierte ahora en un atractivo turístico para este pueblo de la Alpujarra almeriense.
El embellecimiento de esta infraestructura, que data de hace más de 60 años, ha supuesto una inversión de 29.811 euros y ha consistido en el arreglo de las 12 piletas que lo conforman para su uso, en obras de limpieza, revestimientos, impermeabilización, pintura y alumbrado, así como en la colocación de bancos y papeleras.
La directora general de Calidad, Innovación y Fomento del Turismo, Manuela González, inauguró hoy la nueva infraestructura, que constituye uno de los principales recursos del municipio y recupera la tradición del agua en la comarca.
La directora general destacó la relevancia de esta actuación que es uno de los últimos proyectos aprobados dentro de la citada iniciativa, que se encaminan, con carácter general, a la puesta en valor turística de los recursos paisajísticos, arqueológicos y culturales de la zona utilizando como base cuatro ejes temáticos: el agua, la ladera, el aroma y la minería.
El Plan Turístico de la Alpujarra Almeriense, que se halla en su tercera anualidad, tiene objetivo de incrementar la competitividad del sector en esta zona, modernizar las infraestructuras y diversificar la oferta de 24 municipios. Es un programa que cuenta con una inversión total prevista de 3.364.475 euros, que están financiados en un 60% por la Consejería de Turismo y Comercio.
Las localidades incluidas en esta iniciativa son: Abla, Abrucena, Alboloduy, Alcolea, Alhama de Almería, Alicún, Almócita, Alsodux, Bayárcal, Beires, Bentarique, Berja, Canjáyar, Fiñana, Fondón, Huécija, Illar, Instinción, Láujar de Andarax, Ohanes, Padules, Rágol, Santa Cruz de Marchena y Terque.