Rafael Adolfo Téllez protagoniza el Aula Municipal de Poesía

El Aula de Poesía que organiza la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almería y patrocina la Fundación Unicaja contará hoy lunes con la participación del escritor cordobés Rafael Adolfo Téllez. La lectura poética será en el Centro Unicaja de Cultura en Paseo de Almería, 69 a las 20:00 horas. El escritor será presentado por Ramón Crespo, uno de los coordinadores de esta actividad junto a José Andújar y José Luis López Bretones.

Rafael Adolfo Téllez nació en Palma del Río en Córdoba, 29 de diciembre de 1957. Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla. En la actualidad ejerce como profesor de Educación Secundaria, labor que compagina con la de guionista de televisión y locutor de radio.

En Radio América, dirigió y presentó durante algunos años el programa Los libros de amor no mienten donde realizó entrevistas a numerosas personalidades del mundo de la cultura española e hispanoamericana.

Durante más de tres lustros fue guionista de televisión en varias productoras andaluzas. Fue con Productora Cinematográfica 29 donde realizó el mayor número de sus trabajos consistentes en biografías de andaluces ilustres.

Pertenece al Consejo Editor de la revista Renacimiento, dentro de cuya editorial dirige la Colección Azul dedicada a los poetas de Hispanoamérica.

Entre su obra poética se encuentra Si no regresas junto al portón oscuro editado por Endymión-Ayuso en 1988, Quienes rondan la niebla (Sevilla, Renacimiento, 1993), Horóscopo de niebla. (Ayuntamiento de Córdoba, 1994), Los adioses (Renacimiento, 1996), La rosa del mundo. Prólogo de Eugenio Montejo. (Ciudad de México, Universidad Autónoma Metropolitana, 1997), Muertes y maravillas (Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2004) y Los pasos lejanos (Poesía completa. Granada, Comares/La Veleta, 2007).

Rafael Adolfo Téllez es el poeta que reivindica el campo como lugar para la creación, la contemplación y el recuerdo. El poeta que huye de la ciudad y del ajetreo para sentarse a mirar, a respirar, a sentir cómo pasa el tiempo y, a la vuelta de unos años, quizá escribir algún poema. Es el poeta de voz queda, pequeña, casi imperceptible pero certera. Certera y derecha hasta el blanco.

 

 

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