El catedrático de la Universidad de Granada (UGR), Emilio Molina, abrió este lunes el ciclo de conferencias organizado por la Universidad de Almería (UAL), para conmemorar el Milenio del Reino de Almería. En su intervención, el investigador granadino elogió el potencial histórico de la etapa musulmana de la ciudad.
Molina López, gran experto en este campo, publicó un primer balance historiográfico sobre la Almería andalusí hace ahora 25 años. En posteriores publicaciones, fue incorporando nuevos datos. Todo ello, precisó ayer, le ha hecho convencerse de la necesidad de una gran monografía que plantee “una Almería más encauzada, menos deslavazada” puesto que, a su juicio, esta provincia, su historia, “sigue constituyendo un laboratorio de análisis inagotable”.
En su charla de ayer ante un numeroso público en el Centro Cultural de Cajamar (Edificio de Las Mariposas), Molina dividió la historia de Almería en cuatro grandes estadios. El primero, los prolegómenos, antes de la fundación de la ciudad por Abd al-Rahman, cuando, con la ocupación musulmana iniciada en el año 713, poblaciones de origen bereber y yemení se asientan en la zona y cuya más pronta aportación fue la remodelación sustancial del paisaje y método agrícola.
El segundo fue el nacimiento de la Almería musulmana, cuando Abd al-Rahman encomendó la vigilancia de la costa a un grupo de yemeníes con el fin de impedir el desembarco de los normandos. Junto a la población autóctona, se formó una república de marinos con sede en Pechina, y cuya prosperidad se basaba en el comercio, especialmente con el norte de África.
El tercer estadio fue la supremacía de Almería por encima de otras ciudades, entre los siglos XI y XIII, en la que se habla de preponderancia portuaria y también comercial. Y el último, el eclipse, “la historia de una economía quebrada”. “Lo bueno y lo malo siempre le vino a Almería del mar”, señaló ayer Emilio Molina. El último quebranto, dijo, llegó con la epidemia de peste negra que asoló la zona en el año 1349.
El final de Almería como ciudad del Islam llegó en 1489, cuando los Reyes Católicos conquistaron Almería. El siglo XVI es el siglo del retroceso y abandono de la ciudad y la provincia. Especialmente funesto fue el seísmo de 1522, que destruyó la ciudad casi completamente y redujo la población a tan solo 700 habitantes que se asentaron en torno a la catedral de nueva construcción. La segunda mitad del siglo XVI estuvo marcada en toda la provincia por el levantamiento y posterior expulsión de la población morisca.
“La trayectoria del Almería fue un reflejo del devenir del Mediterráneo. Fue la llave de Occidente y del comercio”, expuso Molina López, que defendió el legado del Islam como “piedra maestra” del tablero plural que fue el mar en aquella etapa.
La conferencia de Molina López fue presentada por el rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, y el coordinador de las actividades del Milenio en la UAL, el profesor Javier Aguirre, director del Departamento de Filología de la UAL y especialista en estudios árabes e islámicos.
Molina destacó que “esta etapa, trasndental para la memoria histórica almeriense, no debe pasar desapercibida y es obligación de la universidad de Almería contribuir a llevar este conocimiento al conjunto de la sociedad”. Para ello, la Universidad de Almería, dentro de sus actividades de extensión universitaria, ha programado, además de una serie de conferencias, la publicación de un libro.
El ciclo de conferencias, que lleva por título “Cuando Almería era Almariyya: Panorámica de la Almería andalusí”, continuará el próximo 10 de noviembre, con la que impartirá el arqueólogo Patrice Cressier sobre la Alcazaba de Almería.