La Universidad de Murcia y la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor han firmado este viernes el convenio por el que ambas instituciones colaborarán para el desarrollo de la Estrategia regional para la restauración y potenciación de las praderas de fanerógamas marinas de la Región de Murcia: posidonia oceánica y cymodocea nodosa; estrategia conocida como ‘Posimur 2023’. Gracias a este convenio, a lo largo de los próximos dos años el grupo de investigación de Ecología Acuática de la UMU analizará el estado y distribución de las praderas del litoral regional, creará un semillero y recuperará las zonas que necesiten restauración mediante la replantación y otras acciones de conservación.
El rector, José Luján, y el consejero, Juan María Vázquez, rubricaron el documento, que especifica hasta nueve líneas de actuación, que culminarán con la elaboración de un protocolo y la estandarización de la metodología de restauración y conservación de las praderas submarinas. El convenio contempla una inversión del Gobierno regional de 343.308 euros hasta 2026. Este año ya hay destinados 49.480 euros, a los que se sumarán 150.951 el próximo año y 142.876 en 2026.
Qué es la posidonia
El profesor Arnaldo Marín, investigador principal del proyecto, ha explicado que la posidonia es una de las especies más longevas del planeta y el organismo más grande del medio marino, ya que un mismo individuo puede alcanzar kilómetros. Su importancia, ha destacado el investigador, “es vital para el litoral porque protege la costa de la erosión de los temporales, mantiene la calidad del agua y contribuyen a la diversidad”.
Esta especie necesita décadas para desarrollarse a su ritmo natural, por lo que para recuperar las zonas dañadas y regenerarlas a un ritmo más rápido es necesaria la intervención mediante las técnicas de repoblación que a lo largo de la última década lleva desarrollando y poniendo a prueba el grupo de investigación de la UMU. La Región de Murcia es cabeza de ejemplo de estos planes de estratégico para la recuperación de las praderas en el Mediterráneo.
El primer paso del proyecto será hacer un análisis cartográfico del litoral y valorar los puntos en los que las praderas están degradadas y empezar los pasos para su restauración. El segundo paso es la recogida de semillas en esos puntos y con ellas se trabajará en el laboratorio para, posteriormente, replantar estas fanerógamas marinas en su hábitat. Una vez finalizadas estas fases, se iniciará la de control de resultados y conservación.
El trabajo de campo comenzará en Águilas y el equipo de investigación irá avanzando paulatinamente hacia el resto de la costa regional. En la Bahía del Hornillo de Águilas la UMU lleva a cabo desde hace diez años un proyecto piloto de repoblación que ha demostrado excelentes resultados.
El rector de la UMU, José Luján, por su parte, ha puesto en valor la importancia de la colaboración de las instituciones en cuestiones tan centrales como conservación del medio ambiente. “La UMU genera conocimiento que tiene que transferir a la sociedad para resolver problemas y este proyecto es el ejemplo de cómo tiene que funcionar una universidad y la colaboración entre administraciones, ha afirmado el rector.