El sector del aceite de oliva está atravesando unos años duros, marcados por un escenario de baja producción debido a la sequía, precios bajos para los agricultores y un descenso acusado en el consumo de aceite de oliva en los hogares españoles. Estas conclusiones vienen recogidas en el Informe Anual de Coyuntura del Sector Oleícola 2024, elaborado por la Cátedra Caja Rural José Luis García-Lomas Hernández de Economía, Comercialización y Cooperativismo Agrícola de la Universidad de Jaén.
Este estudio, presentado hoy viernes, trata de mostrar cómo evoluciona año tras año el sector oleícola, particularmente en Jaén, ha explicado el catedrático de la UJA y director de la cátedra, Manuel Parras. La presentación ha contado con las intervenciones del vicerrector de Desarrollo Territorial y Relaciones Institucionales de la UJA, Alberto del Real; el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes; el delegado territorial de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta de Andalucía, Miguel Contreras; el subdelegado del Gobierno en Jaén, Manuel Fernández, y el presidente de la Fundación Caja Rural, Patricio Lupiáñez.
Cuáles son los principales retos del sector del aceite de oliva
Según el Informe Anual de Coyuntura del Sector Oleícola 2024, el sector del aceite de oliva afronta retos como la pérdida de peso del cooperativismo en general y del jiennense en particular, sobre el que considera que “habría que demandar un estudio riguroso sobre qué está fallando en la fidelidad del cooperativismo”; la bajada de los precios en origen, “un problema importante”, lo que no ocurre con los precios en destino “que no están bajando tanto”; sobre la demanda, que en el año 2019 se consumían en los hogares 130.000 toneladas de virgen extra, frente a las 35.000 de ahora; por último, la “positiva adaptación” de las TIC al sector oleícola jiennense, respecto a otras provincias.
Cómo se estructura el informe sobre el sector oleícola
El informe se estructura en torno a un cuerpo temático que se repite año tras año, actualizado, con la intención de que permita dar una visión longitudinal de la evolución del sector oleícola.
Así, en la Parte I ‘La cadena de valor de los aceites de oliva y el entorno jurídico’, además de actualizar los datos sobre la cadena de valor de los aceites de oliva, ser recogen y analizan las novedades legislativas con incidencia en la comercialización de los aceites de oliva y se seleccionan un conjunto de noticias destacadas en el año 2023.
En la Parte II se analiza la oferta y su evolución reciente: olivar, aceites de oliva y precios y su evolución, tanto en origen como en destino. La Parte III se encarga de abordar la demanda mundial de aceites de oliva, la demanda interna, el comercio exterior y los estudios sobre el comportamiento del consumidor de los aceites de oliva, recogiendo además un análisis sobre la evolución de los precios y su influencia en el consumo.
La Parte IV mide la evolución de la aplicación de las TICs en la oleicultura. Finalmente, la Parte V está dedicada a dos monografías: ‘La Política Agrícola Común (II): ecorregímenes y ayuda asociada al olivar con dificultades específicas y alto valor medioambiental’, en la que se analiza la respuesta del sector jiennense ante estos nuevos instrumentos de la PAC y ‘La oferta de oleoturismo en la provincia de Jaén: estructura, caracterización y retos del sector’.
En el turno de intervenciones, Alberto del Real ha indicado que con la presentación de este informe “queda patente la implicación de la Universidad de Jaén en el impulso del desarrollo territorial y se pone de manifiesto que la UJA está volcada con el sector”. Francisco Reyes ha valorado como “importante” este informe para saber por dónde debe caminar esta actividad económica en el futuro, ya que considera que “debe ser el vademécum para las administraciones, el sector del olivar y la sociedad jiennense en general”.
En esta misma línea, Miguel Contreras ha asegurado que este informe debe ser una herramienta “que nos permita ver cómo ha evolucionado el sector”. Por su parte, Patricio Lupiáñez ha confirmado la disposición de Caja Rural de Jaén por continuar apostando por esta Cátedra, remarcando el compromiso de la entidad con la provincia jiennense. Por último, Manuel Fernández, que también ha agradecido la “complicidad” de la UJA y Caja Rural, un ejercicio de transferencia de conocimiento importantísimo para esta provincia, en un momento importante tras atravesar unos años complicados en los que el sector ha demostrado su fortaleza”.