En el barrio La Ciudadela de San Andrés de Tumaco, municipio costero de Nariño (Colombia), existe un manglar custodiado por 46 piangueras de entre 27 y 70 años que en 2016 conformaron la Asociación de Mujeres Concheras Raíces del Manglar (Asoraízmanglar). Ellas cuidan, limpian y reforestan el manglar para mantenerlo vivo; a cambio, él les ofrece una importante variedad de moluscos.
El manglar es una zona húmeda, muy densa y fangosa, que en sus condiciones ideales está repleta de unas plantas llamadas mangle, cuyas raíces visibles las hacen tan resistentes que por ello son consideradas excelentes barreras de protección ante fenómenos naturales como los huracanes.
En el fondo del manglar envueltas en miles de raíces muy pequeñas se encuentra las pianguas o conchas; para encontrarlas se meten las manos en el barro y se escarba hasta sentir el molusco.
En Tumaco, “pianguar” es una práctica ancestral transmitida de generación en generación de madres a hijas, y es tal su importancia que las mujeres están organizadas; un ejemplo de ello es Magnolia Ordoñez, lideresa y fundadora de Asoraízmanglar.
Con el fin de garantizar la sostenibilidad de esta actividad, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) ha acompañado a estas cuidadoras del manglar con la implementación de dos proyectos para incentivar la venta y fabricación de productos: uno consiste en la elaboración del ceviche de piangua que nace de la Convocatoria Nacional de Extensión Solidaria 2021.
El otro es una alternativa para los periodos de veda, es decir, aquellos tiempos en los que el manglar requiere descanso y no se puede extraer el molusco. En este lapso se fabrica un nutritivo nugget con pequeños peces como plumuda y carduma.
Los proyectos han sido liderados por los profesores Jairo Humberto López, coordinador de la sección de carnes del ICTA de la UNAL Sede Bogotá y Adriana Patricia Muñoz Ramírez de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, quien lidera el grupo de investigación UN-ACUICTIO. Además, se ha contado con el acompañamiento desde la región de la zootecnista María Daniela Portela, estudiante de Maestría en Gestión y Desarrollo Rural de la UNAL.
La Universidad tiene como propósito ampliar las posibilidades de estas mujeres para emprender con un componente de apropiación social del conocimiento que les permita participar en prácticas de intercambio, diálogo y análisis del conocimiento desde su propio contexto, capacitándose para que obtengan recursos económicos y nuevas habilidades que puedan ser ayuda a problemáticas de desnutrición, sostenibilidad ambiental y economía de la región.