La imagen de la paloma ha sido empleada históricamente como símbolo de pureza, como una de las figuras clave de la religión católica, así como símbolo de la paz. Sin embargo, estas aves tan comunes en las ciudades se han convertido en un problema de salud pública. La dispersión de enfermedades y la contaminación de alimentos son los dos principales problemas que causan.
Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) han estudiado la materia fecal de palomas de tres localidades colombianas y han demostrado la presencia de múltiples parásitos que podrían llegar a los seres humanos, tanto a través del aire como de los alimentos.
Por qué las palomas se han convertido en un problema de salud pública
Las palomas se han convertido en un problema de salud pública porque contribuyen a la extensión de enfermedades. En su heces se concentran microorganismos nocivos para la salud, que se presentan en forma de quiste que, al dispersarse en el viento, pueden ser inhalados por las personas o ingeridos en alimentos contaminados, explica la investigadora de la UNAL, Nubia Estela Matta.
Los resultados, aunque muy interesantes, resultan todavía insuficientes, por eso se van a extender a otras zonas y se ampliará el rango de estudio de los microorganismos. Concretamente, se buscarán en la sangre de las palomas parásitos como Haemoproteus.
Este parásito se transmite a través de una mosca que pica a las aves infectadas propagando así la infección; es similar a la transmisión de la malaria en humanos, por lo que es evidente que no solo las heces, sino la presencia misma de esta ave invasora proliferada propende varios riesgos para la comunidad.
Qué se pretende con la investigación sobre las palomas
Esta investigación busca entender mejor los riesgos asociados con las palomas domésticas (Columba livia), de manera que se pueda proteger la salud pública y concienciar a la comunidad sobre los peligros latentes, para lo cual es fundamental identificar los parásitos y virus potencialmente peligrosos que estas aves podrían transmitir a la población humana, de los cuales sus primeros hallazgos arrojan luces sobre los riesgos subyacentes que representarían para la comunidad.
Los académicos advierten que aunque la paloma doméstica forma parte de la fauna que habita en las ciudades, puede ocasionar altos riesgos en salubridad, por eso el estudio se centra en identificar agentes zoonóticos en dichas aves, es decir, microorganismos que se pueden transmitir entre animales y seres humanos, enfocándose en la detección de parásitos y virus potencialmente nocivos para la salud humana, analizando muestras de materia fecal, sangre e hisopados en vías orales y cloacales de las aves.
Por ejemplo en Chile, un estudio de la Universidad de Concepción en Chillán registró palomas con bacterias zoonóticas como clamidiosis o fiebre del loro, cuyos síntomas en seres humanos son fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y en algunos casos neumonía; también estafilococosis, que abarcan desde problemas leves en la piel hasta afectaciones mortales si las bacterias ingresan al torrente sanguíneo, las articulaciones, los huesos, pulmones o el corazón, como la endocarditis; además de estos hallazgos previos, la investigación de la UNAL busca identificar virus tan peligrosos como la influenza aviar y el virus West Nile, que se transmite a las personas por la picadura de mosquitos infectados.
Cuál es el coste para la salud pública de alimentar a las palomas
La paloma doméstica (C. livia) es un ave nativa del sur de Eurasia y del norte de África. Su resistencia se debe a que se adapta fácilmente a vivir en entornos urbanos y pueden colonizar rápidamente diferentes áreas, pues anidan en cualquier parte, lo que genera problemas estructurales en edificaciones por la cantidad de heces que producen.
Además las palomas suelen ser alimentadas y protegidas por las personas, quienes desconocen los riesgos de transmisión de enfermedades que estas aves pueden representar, pues así se evidenció en la investigación, ya que esta no solo se limita al análisis científico, sino que también busca entender la percepción de la comunidad hacia las palomas a través de encuestas, y concientizarlas al respecto.
Cuál es la imagen equivocada que se tiene de las palomas
Según la profesora Angie González, del Departamento de Biología de la UNAL, “la percepción que se tiene es que las palomas son inofensivas; las personas creen que no generan una afectación a su bienestar y desconocen si portan o no parásitos, que han escuchado de pronto algunos virus, pero en general es una apreciación positiva. Sin embargo otras se quejan del daño estructural causado por la gran cantidad de palomas en ciertos lugares”.
“Alguien me dijo que se podían criar como las gallinas porque solían comer caldo de pichón, que son los polluelos, y que este les servía para la salud, que era muy buen alimento; en palabras textuales, ‘con el caldo de pichón el enfermo o se muere o se alienta’, expresiones como estas evidencian la poca información sobre los potenciales riesgos para la salud humana que conllevan las palomas”.
El equipo de investigación planea estrategias educativas y de divulgación, como involucrar a estudiantes universitarios en la toma de muestras y la identificación de parásitos, lo que ha generado conciencia sobre los riesgos asociados con las palomas. Se busca que ellos compartan la información con sus comunidades, y además se invita a líderes comunitarios a la UNAL Sede Orinoquia para mostrarles los resultados de este trabajo y capacitarlos para que divulguen esta información a sus vecinos y amigos, fomentando así un cambio de actitud hacia las palomas y promoviendo medidas para reducir los riesgos de transmisión de enfermedades zoonóticas.
A pesar de los desafíos, como la falta de normativas para el control de palomas, el equipo sigue adelante con el proyecto. Se espera que los resultados finales guíen futuras políticas de gestión de palomas y medidas de salud pública, con el objetivo de mitigar los riesgos de transmisión de enfermedades zoonóticas.