El concierto del vitoriano Pablo Martín fue una experiencia de casi dos horas, repartidas en dos partes, del más puro jazz con base rítmica flamenca, su seña de identidad con este quinteto y la firma que le ha diferenciado del resto de conciertos de este festival.
Alrededor de 200 personas pudieron disfrutar de un total de 7 de las 8 canciones del disco “Caminero”, canciones con mucha alma y mucho estilo en las que los 7 músicos se fundían en perfecta armonía.
Tras interpretar la primera obra, que da título al disco, y haber ya hecho gala de la buena conjunción que hacen sus instrumentos, Pablo Martín tomó el micrófono para saludar al público y agradecer su presencia en el Apolo. Después explicó un poco el tema que acababan de tocar y el que tocarían a continuación, haciendo que esa fuera la tónica del concierto y resultase una velada, no solo para escuchar, sino para entender el porqué de cada canción. Entonces explicó qué significado tiene la segunda obra que interpretaron, “El 13 de la suerte”, una mezcla que comienza a ritmo de seguidilla y acaba en bulería, resultando un compás de 13 tiempos.
Y aquí hizo aparición el bailaor Alfonso Losa, que remataba la fusión con su baile flamenco y dando la seña de identidad al concierto. Tanto Losa como los músicos se mostraron entregados.
Después vinieron temas como “Colina”, a ritmo de tanguillos, “El Republicanon”, un canon en el que instrumentos y bailaor se seguían en un bucle de dulces melodías y multitud de escalas, “Emunah”, la balada más íntima y sentimental del disco en la que Toni Belenguer terminó con un solo de trombón que casi parecía susurrar al público.
Seguidamente, comenzó “Alter Ego”, un tema perfecto para ir recuperando poco a poco la viveza del concierto, salir de la melancolía de “Emunah” y llegar al final del concierto y terminar de la única manera que se puede terminar una fiesta flamenca, por bulerías.
Pero antes de dar paso al último tema del concierto, Pablo Martín quiso presentar a sus compañeros, el gallego Abe Rábade al piano, el valenciano Perico Sambeat, al que veremos la semana que viene en el esperado concierto con “Niño Josele”, que intercaló entre el saxo y el clarinete, Toni Belenguer al trombón, que también estuvo presente en este festival tocando en el concierto de la Big Band Clasijazz, y Borja Barrueta a la batería y el cajón, un todoterreno de la percusión.
Por último, Martín quiso agradecer al Ayuntamiento de Almería por el “trato excelente” que dieron a la formación durante todo el día, y a los técnicos de sonido e iluminación que hicieron posible el concierto.
El concierto finalizó con la citada canción a ritmo de bulerías, “Bulería Doméstica”, un apoteósico final en la que todos los músicos dieron lo mejor de sí, en especial Belenguer con otro espectacular solo de trombón, y Alfonso Losa terminó de rematar la velada con una maravillosa actuación.
A pesar de ser canciones con base rítmica de diferentes palos del flamenco, la sutileza, elegancia y el respeto con la que el “Pablo Martín Quintet” combinó ambos estilo no solo le dio un toque personal a la música de este quinteto, sino que quizá pueda convertirse en un verdadero nuevo palo del flamenco, que de una vez por todas una los lazos entre el estilo más racial español y todas las nuevas tendencias.
Ahora solo quedan dos citas con el XXII Festival Internacional de Jazz, dos citas que prometen no bajar el listón. El jueves 24 de noviembre, ‘Pepe Bao Trío’ y Carles Benavent cambiarán de registro con un concierto de jazz-rock que sin duda será inolvidable. Y por último, el almeriense “Niño Josele” deleitará con otra combinación de flamenco y jazz en el esperado concierto que cerrará esta vigesimosegunda edición del festival, que ya se puede ir diciendo que ha sido una gran y especial edición.
