La antigua ciudad de Baria, la actual Villaricos (Almería) fue un centro productor de salazones de pescado y fabricación de tinte púrpura a través del uso de moluscos. Su importancia como puerto comercial en el Mediterráneo está muy bien documentada, pero queda un trabajo muy amplio al que ha dado continuidad recientemente un equipo de arqueólogos de la Universidad de Almería. Ha sido en este verano de 2022 cuando han realizado una nueva excavación arqueológica en el yacimiento fenicio y romano de Villaricos. Ha sido sufragada por el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora y el Fondo de Desarrollo Pesquero de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía con cargo a fondos FEDER.
Estos nuevos trabajos arqueológicos tenían como objetivos el conocimiento de la antigua topografía de la ciudad y la contribución al estudio de las actividades productivas efectuadas en la antigüedad fenicia y romana, ampliando conocimiento de la agricultura, la pesca y la minería. Para ello, se ha llevado a cabo una amplia recogida de muestras orgánicas de huesos, semillas, carbones y restos de pescado y moluscos, así como de elementos metálicos y metalúrgico. Ha sido clave la experiencia del equipo, con doble dirección, la de campo a cargo de Francisco Alcaraz y la científica por parte de José Luis López Castro. Ha estado integrado por Belén Alemán, Sonia García, Jesús Jacinto González y Enrique Gil, así como por Laura Moya y Susana Carpintero desempeñando ambas sus funciones en el laboratorio de Arqueología de la Universidad de Almería.
Se conocían los restos de factorías de salazones fenicio-púnicas y romanas encontrados en el yacimiento, así como se había hecho el análisis de restos de peces y moluscos, yendo en esta ocasión un poco más lejos. De este modo, los sectores excavados se sitúan entre la urbanización ‘Los Conteros’ y la carretera de Almería-Águilas en dos cortes arqueológicos. En el corte 31 ha sido posible documentar restos constructivos que se datan provisionalmente en torno a los siglos VI y V a.C., a la espera de un estudio más exhaustivo de los materiales arqueológicos asociados a estas construcciones. Destaca el descubrimiento de un posible horno de época fenicio-púnica, así como tres estructuras de muros que pertenecerían a una fase posterior y que presumiblemente formaban sendas habitaciones.
El referido horno es una estructura de planta probablemente circular delimitado por un muro de pizarra, cuya base está realizada con pequeñas lajas de pizarras dispuestas horizontalmente y trabadas con barro anaranjado. En otro de los cortes, el número 32, al suroeste del área excavada y próximo al antiguo cauce del río Almanzora, la excavación arqueológica ha permitido conocer el relieve original de esta zona, además de documentar “una estructura de grandes dimensiones con pizarras planas perfectamente careadas que se traban con barro”, de características morfológicas similares a las construcciones fenicio-púnicas documentadas con anterioridad en la zona. Los resultados serán objeto de diferentes publicaciones científicas y divulgativas por los arqueólogos y se ha efectuado la limpieza y consolidación de los restos excavados de cara a su musealización.