Nuevos biomateriales impresos en 3D ayudarán a la cicatrización de heridas complejas

Las heridas complejas afectan a la calidad de vida de más del 2 % de la población total en los países desarrollados.

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Las heridas complejas siguen siendo una asignatura pendiente en el ámbito de la medicina. Aunque hay varias soluciones para ellas, ninguna de ellas ofrece los resultados adecuados. Una de las líneas más prometedoras es la de los biomateriales impresos en 3D, protagonistas del proyecto Horizonte Europa NABIHEAL, coordinado por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB, CSIC), y cuyos responsables se han reunido en la Universidad de Granada (UGR).

Imagen al microscopio de uno biomaterial empleado para cicatrizar heridas complejas.

NABIHEAL: Biomateriales Nanoestructurados Antimicrobianos para la Cicatrización de Heridas Complejas está financiado por el programa Horizonte Europa de Investigación e Innovación y cuenta con un presupuesto total de casi 5 millones de euros para cuatro años.

Cuál es el objetivo del proyecto sobre bioimpresión de materiales para tratar heridas complejas

El proyecto aborda dos necesidades médicas todavía no cubiertas en la cicatrización de heridas complejas: por un lado, tratamientos asequibles para las infecciones de heridas y la prevención de complicaciones durante la cicatrización; y, por otro, una estrategia para optimizar la composición y eficacia de los fármacos y apósitos para cicatrizar heridas.

Las heridas complejas afectan a la calidad de vida de más del 2 % de la población total en los países desarrollados, ya que es un problema de salud mundial con un impacto significativo en la economía de la atención médica. Las heridas complejas, incluidas las heridas crónicas o las quemaduras mayores, son muy susceptibles a la infección microbiana y a la formación de biopelículas, difíciles de tratar.

La plata es un metal ampliamente utilizado en productos antimicrobianos para tratar las infecciones de las heridas. Sin embargo, los productos a base de plata son caros y presentan varios inconvenientes debido a los costos y a las preocupaciones ambientales y de seguridad. El proyecto NABIHEAL desarrollará biomateriales multifuncionales para resolver algunas de las necesidades médicas insatisfechas en el manejo de heridas, obteniendo tratamientos asequibles de infecciones de heridas o prevención de complicaciones durante todas las fases de la cicatrización de heridas.

A corto y medio plazo, NABIHEAL terminará con dos innovadores biomateriales multifuncionales para curar heridas, utilizando tecnologías de fabricación asequibles basadas en la UE. A largo plazo, NABIHEAL podría convertirse en una alternativa a la plata en los apósitos para la cicatrización de heridas.

Participantes en la reunión del proyecto NABIHEAL celebrada en la Universidad de Granada.

En el proyecto participan catorce socios de siete países, entre los que se encuentran cinco empreas y nueve instituciones académicas, con experiencia en desarrollo, evaluación y comercialización de productos para la cicatrización de heridas, nanotecnología, seguridad y regulación.

La participación de la UGR en NABIHEAL corre a cargo de investigadores del grupo Terapias avanzadas: diferenciación, regeneración y cáncer y Dermatología Clínica y Traslacional, pertenecientes al Instituto de Investigación Biosanitaria ibs.GRANADA, y está liderada por el profesor Juan Antonio Marchal Corrales.

La UGR y el ibs.GRANADA en colaboración con la empresa Bioibérica colaboran aportando su conocimiento en la biofabricación y bioimpresión 3D de modelos de piel humana basados en componentes de la matriz de cada una de las capas de la piel. Y los trabajos se realizan en el Laboratorio Singular de Biofabricación y (bio)impresión 3D (BioFabi3D), situado en el Centro de Investigación Biomédica (CIBM).

La reunión, celebrada los días 7 y 8 de febrero, fue inaugurada por el vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Granada, Enrique Herrera, y por la coordinadora del proyecto, Nora Ventosa, investigadora del CIBER y del ICMAB-CSIC; y ha contado con la presencia de 38 investigadores de los socios del consorcio.