La resistencia a los antibióticos se ha convertido en uno de los problemas más preocupantes en el campo de la salud a nivel mundial. Actualmente, se ha detectado que las bacterias han desarrollado sistemas para protegerse de los fármacos, y en algunos casos se ha encontrado que no hay manera de combatir estos microorganismos. Y el problema va en alza. Se estima que para 2050 podría causar hasta diez millones de muertes anuales si no se desarrollan nuevos tratamientos, superando las cifras de mortalidad por cáncer, de ahí el interés de la comunidad científica en el desarrollo de nuevas soluciones contra bacterias multirresistentes.
Una investigación reciente de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) ha abierto un camino nuevo para luchar contra las bacterias multirresistentes. Un equipo de la universidad sevillana ha descubierto nuevos antibióticos efectivos contra dos bacterias multirresistentes, la Acinetobacter baumannii y la Escherichia coli, dos de los microorganismos destacados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como prioritarios para el desarrollo de nuevos tratamientos debido a su capacidad para adquirir resistencia antimicrobiana.
Este avance, liderado por el profesor Younes Smani, investigador principal del grupo ‘Infecciones Bacterianas’ en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD) y profesor del Área de Microbiología de la UPO, se ha realizado en colaboración con las doctoras Carmen Gil y Ana Martínez, investigadoras principales del grupo ‘Química Médica y Biológica Traslacional’ del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC).
Qué solución se ha encontrado para dos de las bacterias multirresistentes más preocupantes
El trabajo, publicado en la revista científica Frontiers in Pharmacology, ofrece una solución potencial a la creciente resistencia antimicrobiana de estas bacterias. En un estudio anterior, el equipo de Younes Smani identificó el tamoxifeno, un fármaco utilizado en tratamientos contra el cáncer, como un posible agente antimicrobiano contra infecciones de Acinetobacter baumannii y Escherichia coli. En esta investigación más reciente, los científicos han utilizado tanto el tamoxifeno como su compuesto relacionado, el raloxifeno, como punto de partida para desarrollar una nueva serie de antibióticos.
Mediante un cribado de similitud utilizando índices topológicos y la librería MBC, que cuenta con más de 3000 moléculas, los investigadores lograron identificar 27 derivados de tiofeno, de los cuales tres compuestos mostraron un alto potencial antibiótico contra cepas multirresistentes de estas bacterias. “Utilizamos técnicas de quimioinformática para identificar prototipos que optimizamos siguiendo una estrategia de química médica, obteniendo así derivados de tiofeno que han demostrado ser antimicrobianos eficaces en ensayos microbiológicos”, explican las Dras. Carmen Gil y Ana Martínez.
Los compuestos identificados en este trabajo han sido patentados y están disponibles para su licencia por parte de empresas interesadas en desarrollar estos nuevos antibióticos.
Colaboración internacional y sinergias científicas
Este avance ha sido posible gracias a la colaboración entre los equipos de Younes Smani y el de Carmen Gil y Ana Martínez, facilitada por EU-OPENSCREEN, la Infraestructura Europea de Investigación (ERIC) dedicada al descubrimiento de fármacos y química biológica. La sinergia entre ambos grupos de investigación ha permitido combinar la experiencia en química médica y microbiología, logrando importantes avances en el campo de la resistencia antimicrobiana que ha sido declarada como una gran amenaza a la salud mundial por los líderes mundiales reunidos en la Asamblea General de la ONU el 26 de septiembre de 2024.