La Universidad de Jaén (UJA) retoma el programa de Voluntariado en Arqueología, por tercer año consecutivo, dentro de los trabajos de la nueva campaña de la Batalla de las Navas de Tolosa, en el municipio de Santa Elena.
Promovido por el Área de Historia Medieval y el Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA, este año cuenta con la colaboración del alumnado perteneciente al Grado Interuniversitario en Arqueología de Jaén y de Sevilla, así como de la Universidad Complutense de Madrid. La nueva campaña está financiada por la Diputación Provincial de Jaén y la propia Universidad de Jaén, y cuenta con la colaboración del Parque Natural Despeñaperros y del Ayuntamiento de Santa Elena.
Este año el Voluntariado en Arqueología cuenta con ocho estudiantes, distribuidos en dos turnos, que, desde el pasado 17 de junio hasta el viernes, 12 de julio, colaborarán con el equipo técnico en el estudio de una de las batallas más relevantes de la Edad Media europea, planteada en un contexto de enfrentamiento entre el Islam y la Cristiandad.
La campaña de este año se desarrolla en el entorno de la fortificación de Castro Ferral, un elemento clave para el desarrollo de la batalla, como el proyecto Navas de Tolosa ha evidenciado arqueológicamente.
Durante estas semanas los participantes vivirán una experiencia enriquecedora al conocer y al valorar el patrimonio histórico jiennense y recibirán una completa formación en la metodología arqueológica de los campos de batalla -puesta en práctica también en otros sitios arqueológicos relevantes de Jaén como Baecula (Santo Tomé) o Iliturgi (Mengíbar)-, la cual parte de un sistema de prospección arqueológica superficial, fundamentada en la georreferenciación precisa de cada uno de los elementos documentados. De igual forma, también podrán acercarse al estudio de la cultura material de las diferentes sociedades que participaron en este hito bélico.
Cuándo se produjo la Batalla de las Navas de Tolosa
La Batalla de las Navas de Tolosa se produjo el 16 de julio de 1212, en una zona próxima al actual municipio de Santa Elena. Los días previos el ejército cristiano se desplazó y acampó en diversas zonas que hoy forman parte del Parque Natural Despeñaperros.
Comandado por el rey castellano Alfonso VIII, consiguió la bula de cruzada por parte del Papa, lo que incitó a aliarse a los reyes de Aragón y Navarra, a un importante número de caballeros procedentes de otros reinos de Europa (Italia, Francia, Inglaterra, etcétera), y a diversas órdenes militares, entre otros efectivos.
A este contingente se enfrentó el dirigido por el califa almohade, Muhammad al-Nasir (nombrado como Miramamolín en las fuentes escritas), que agrupaba al propio ejército norteafricano, junto a tropas andalusíes, tribus árabes, jinetes turcos (kurdos) y mercenarios cristianos. En ambos casos, se unieron un importante número de voluntarios, llamados a la guerra santa.