En todo el mundo, más de 730 millones de mujeres han sufrido violencia física o sexual, según datos de Naciones Unidas, cifras que podrían quedarse muy lejos de la realidad por el estigma y las dificultades en el acceso a la justicia de sus víctimas. La jurista Ruth Rubio cree que el camino contra esta lacra es largo, en lo jurídico y lo social. «Contra la violencia sexual tenemos que invertir muchísimo en educación a todos los niveles», defiende. «Una sociedad mejor no es la que más castiga, sino la que más previene».
Rubio es catedrática de Derecho Constitucional Comparado y directora de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). En 2023 volverá a estar al frente del Diploma de Experto en Violencia Sexual en Contextos de Paz y Conflicto Armado de la UNIA, que el próximo año afronta su tercera edición.
La experta explica que el cuerpo de las mujeres es por sistema una de las primeras víctimas del conflicto armado. «Estos días lo vemos en Ucrania, donde ya se denuncian agresiones sexuales», reflexiona. «No es que se use ya como botín, sino que también es un arma en sí mismo. Hablamos del terror sexual como mecanismo para amedrentar e intimidar, cuando no se usa directamente con fines genocidas», apunta Marín, en referencia a procesos de limpieza étnica o embarazos forzosos.
«En los últimos 20 años el Derecho internacional ha venido pertrechándose de instrumentos para abordar estos casos», considera la jurista, «pero su impacto en términos numéricos es limitado». La Corte Penal Internacional, por ejemplo, «interviene solo en aquellos casos donde los estados no quieren o pueden aplicar las normas, y por eso lo importante es que cada estado sea el que adapte su ordenamiento jurídico».
Con todo, los avances importan aun desde lo simbólico, en tanto que marcan camino. Estas instituciones «mandan el mensaje de que la impunidad no es aceptable: la violencia sexual es una vulneración grave de Derechos Humanos».
La violencia de género es una realidad que alcanza a las sociedades libres de conflicto armado. En el caso de España, Rubio cree que contamos desde hace años con «un andamiaje jurídico notable» que ha venido implantando normas «pioneras en muchos sentidos». De igual manera, «los operadores jurídicos están poco sensibilizados sobre cómo dar una lectura de género a las normas», opina. «Esto se debe a que las fuentes no han integrado las teorías feministas y críticas del Derecho».
«Lo que faltan no son más leyes ni castigos», continúa. «Una sociedad mejor no es la que más castiga, sino la que más previene», más allá del mero punitivismo. La experta considera que la prioridad debe ser atajar de raíz la desigualdad desde la educación y el compromiso unánime de la sociedad, dentro y fuera de la judicatura.
«Hay que invertir muchísimo en educación, y a todos los niveles, también en su sentido más primario. Nuestros menores se forman sexualmente en la pornografía, que con frecuencia erotiza la violencia y la humillación». Hace falta, concluye, «una educación que les permita entender el fenómeno y qué es una sexualidad sana desde la libertad».
Diploma de Experto en Violencia sexual en contextos de paz y conflicto armado: prevención, regulación jurídica y rehabilitación de víctimas
La UNIA oferta a partir del próximo mes de febrero la tercera edición del Diploma de Experto en Violencia Sexual en Contextos de Paz y Conflicto Armado. El título, impartido en modalidad virtual y que reúne a más de una treintena de expertos internacionales de ámbitos como el derecho, la sociología, la psicología o la medicina, está abierto a matriculación hasta el próximo 23 de enero.
De modalidad virtual, el título explora de manera integral las manifestaciones y abordaje de este fenómeno desde una perspectiva interdisciplinar y ofrece las claves para la prevención y reparación de las víctimas. «Es un título que destaca por tener un abordaje muy amplio», explica Ruth Rubio.
La formación se completa con módulos dedicados en profundidad al derecho y la violencia sexual en conflictos armados, entre otros. «Abordamos temas como la violencia en los jóvenes, los colectivos indígenas, las mujeres sintecho, los medios o el deporte. No creo que exista una formación sobre el tema con tantas aristas. La existente se especializa en contextos de guerra o paz, pero no suelen ponerse en relación».