Niño Josele enamora con su toque

El prestigioso artista almeriense Niño Josele puso el broche de oro con su actuación anoche en el auditorio Maestro Padilla de Almería al XXII Festival Internacional de Jazz, organizado por el Ayuntamiento de Almería. Este espectáculo, que era uno de los conciertos más esperados de toda la temporada cultural de Almería, no defraudó al público almeriense que en distintos momentos del evento aplaudió y coreó olés al Niño Josele, para acabar ofreciéndole una gran ovación en pie a la finalización del concierto.

El artista almeriense salió al escenario en un primer momento acompañado únicamente de su guitarra para interpretar un par de piezas de flamenco suave, en el que los dedos de este maestro de la guitarra se deslizaban ágiles y seguros por los trastes y punteaban con dulzura y rapidez, pero enérgicamente las cuerdas.

Posteriormente, salieron al escenario para acompañar al Niño Josele en su concierto, el artista Guillermo McGill a la batería; al saxo, Perico Sambeat, a quien los almerienses pudieron disfrutar la semana pasada en el concierto del Pablo Martín Quintet, también dentro del programa del Festival de Jazz, y, por último, Dany Noel, que sustituyó a Javier Colina al contrabajo, ya que este no pudo venir por otros motivos profesionales.

En ese momento comenzaron a sonar acordes que unían de manera virtuosa el flamenco con el jazz, convirtiéndolos en arte puro, a través de temas en los que se mezclaban los momentos relajados de una música melódica, con otros de gran fuerza, energía y ritmo trepidante que consiguieron embelesar a todos los asistentes al concierto.

Si la guitarra del Niño Josele consiguió despertar todos los sentidos de los asistentes en el patio de butacas, el saxofonista Perico Sambeat también tuvo su reconocimiento por una gran actuación en la que el músico puso toda su experiencia y saber hacer sobre el escenario.

El Niño Josele, este gran guitarrista almeriense, volvía a su tierra tras dos años lejos de los escenarios almerienses para presentar su último trabajo, “Española”, disco que fue producido por Fernando Trueba y presentado nada más y nada menos que en el Village Vanguard de Nueva York. En esta vuelta casa, el reconocido artista estuvo rodeado, como no podía ser de otra manera, de su familia, entre ellos su padre Josele.

 

El público pudo saborear la intensidad y la armonía de cada uno de los 9 temas del disco, en los que Niño Josele hace gala de su virtuosismo con la guitarra y su maravillosa y dulce forma de tocar. En este trabajo discográfico se puede escuchar una mezcla entre su genial guitarra y un jazz puro, elegante y conceptual que se deja influir mucho por el flamenco. Todos estos temas han sido compuestos por él mismo, excepto la obra que da nombre al disco, que fue compuesta por el pianista de Jazz McCoy Tyner.

El artista se mostró muy ilusionado de volver a Almería a tocar, como expresó claramente con un ¡viva Almería! Durante el concierto y señaló, como ya ha hecho en otras ocasiones, que le encantaría poder realizar más trabajos aquí, incluyendo alguna gira por los pueblos de la provincia. Se nota con esto que el hijo del cantaor y guitarrista Josele, es fiel a sus raíces y, a pesar de la distancia no olvida la tierra.

A principios del próximo año presentará un nuevo disco, que lleva gestando desde principios de 2011, y en el que retorna al flamenco puro de la mano de los mejores artistas del género español, como son Tomatito, Paco de Lucía o los hijos de Enrique Morente.

Desde el comienzo de su carrera a mediados de los 90 con el primer premio de la Bienal de Flamenco de Sevilla, Niño Josele no ha parado de trabajar, y siempre con los mejores, no solo del mundo del flamenco, sino de otros muy variados ámbitos. De ahí han surgido colaboraciones con Andrés Calamaro, Lenny Kravitz, Chick Corea…

Su nombre dentro del mundo del jazz brilla ya desde que comenzara con esta andanza con “Española”, llevándolo incluso a tocar en los mejores teatros y clubes de jazz del mundo, con los mejores artistas. Sin duda, esta mezcla entre jazz y flamenco de la mano de la interpretación de un almeriense internacional, ha sido una manera muy acertada de terminar esta vigesimosegunda edición del Festival Internacional de Jazz, que ha dejado tan buen sabor al paso de nombres como los de Pablo Martín, Pepe Viciana, precursor del jazz almeriense, o Pepe Bao y Carles Benavent. Ahora tocará volver a calentar motores para la próxima edición, que seguro traerá otra buena dosis de grandes artistas.

 

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