Científicos de la Universidad de Cádiz (UCA) han logrado la documentación de dos nuevas estructuras dolménicas en la zona sur de la necrópolis de La Lentejuela Teba, que suma un total de 13 estructuras megalíticas en el yacimiento de Málaga. Según Serafín Becerra, codirector de los trabajos y doctor por la Universidad de Cádiz, “el descubrimiento de estos dos nuevos dólmenes abre nuevas perspectivas de trabajo y pone de relevancia la magnitud de la necrópolis por el elevado número de sepulturas, ya que, hasta la fecha, se han constatado un total de 13 estructuras funerarias dispersas en un área inferior a las cuatro hectáreas”.
Un equipo interdisciplinar compuesto por arqueólogos y geólogos del grupo de investigación HUM-440 de la UCA ha acometido la segunda campaña de excavaciones arqueológicas, que se inscriben en el proyecto general de investigación ‘Monumentalidad, tiempo y Sociedad. El fenómeno megalítico en la necrópolis de La Lentejuela (Teba, Málaga)’, autorizado por la Dirección General de Patrimonio Documental y Bibliográfico e Innovación y Promoción Cultural de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte. Sus directores son los doctores Eduardo Vijande y Serafín Becerra, ambos investigadores del PAI HUM-440 de la Universidad de Cádiz.
La campaña se ha centrado igualmente en la primera fase de excavación de la Estructura Funeraria 1, que es la de mayor monumentalidad. “Una vez desmontada la cubierta de la sepultura y comenzado la excavación de su interior, ha quedado al descubierto un dolmen con una arquitectura más compleja de lo que en un principio pensábamos. Estaríamos ante un dolmen de corredor con ciertas compartimentaciones. La estructura funeraria presenta un corredor acodado (con forma curva) que da acceso a una antecámara, diferenciada del corredor por la presencia de dos ortostatos verticales a modo de jambas. Por último, tendríamos una cámara funeraria separada de la antecámara por otros dos estelas hincadas”, como ha explicado el profesor de Prehistoria de la UCA, Eduardo Vijande. Esta imponente construcción se encuentra rodeada por un doble semicírculo de piedras hincadas que dotan de una mayor complejidad arquitectónica al monumento.
En el estado actual de la investigación, tal y como afirman sus responsables, es “complejo” precisar la fecha de construcción del monumento. Lo que sí se ha podido documentar en esta campaña es su reutilización a finales del III milenio o principios del II milenio a.n.e. “No sabemos cuándo se construye el dolmen. A modo de hipótesis barajamos finales del IV milenio. Lo que sí sabemos, gracias a esta campaña, es que a finales del III milenio a.n.e. se reutiliza. Las poblaciones de la Edad del Bronce depositan a sus difuntos en esta sepultura e incluso construyen pequeños espacios en el interior del dolmen para darles sepultura de manera individual, o a lo sumo con dos individuos”, afirma Serafín Becerra.
“Es una cuestión bastante interesante, ya que en la Edad del Bronce la idea de una sepultura colectiva, tal y como fue concebida originariamente en el Neolítico, se abandona, y se introduce una individualización de la muerte con la construcción de pequeñas sepulturas individuales dentro del gran dolmen», apunta el profesor Vijande.
Qué tecnologías se han empleado en los estudios del yacimiento de Teba
En los próximos meses, se conocerán más detalles conforme avancen los estudios de laboratorio. La campaña de excavación ha permitido registrar minuciosamente todas las estructuras y restos documentados. Se han aplicado nuevas tecnologías como la fotografía aérea con dron, escaneado digital en 3D, fotogrametría, topografía de precisión mediante uso de estaciones totales y Gnss diferencial, etc. También se han tomado diversas muestras arqueológicas que serán analizadas por el nutrido grupo de investigadores/as de instituciones nacionales e internacionales que componen el equipo de investigación de este proyecto y que permitirán afinar las cronologías y “acercarnos al conocimiento de las prácticas funerarias y los modos de vida de los hombres y mujeres que habitaron esta región en la Prehistoria Reciente”.
La investigación desarrollada está financiada por el Ayuntamiento de Teba y cuenta con el apoyo logístico y de equipamiento de la Universidad de Cádiz. Serafín Becerra ha detallado que “la colaboración entre ambas instituciones es ejemplar. La apuesta por la investigación arqueológica en Teba es encomiable, actualmente es el único municipio de la comunidad autónoma que tiene tres proyectos generales de investigación aprobados por la Junta de Andalucía”.
El equipo permanente de trabajo de esta segunda campaña, codirigido por Eduardo Vijande y Serafín Becerra, ha estado integrado por: Adolfo Moreno (profesor de Prehistoria de la Universidad de Almería), los doctorandos Leticia Gómez y Alejandro Muñoz (PAI-HUM 440, Universidad de Cádiz), José María Corona (arqueólogo profesional y doctorando de la UCA) y José Luis Ramírez (geólogo grupo PAI-HUM 440), la arqueóloga María Carmona y los estudiantes de la UCA Jesús Corrales, María Paola Mendes, Ángel García y Miguel Gámez.