La música es un elemento fundamental en el mundo del toro. Julio Francisco González así lo ha retratado en su libro El mundo taurino-musical en la provincia de Almería, una investigación con la que ahondado en una relación que se mantendrá en el tiempo.
“Decir que la música está en relación totalmente relacionado con la plaza de toros no es nada nuevo”. Así empieza el Presidente de la Plaza de Toros de Almería la presentación de este libro, en el que Julio ha desarrollado un trabajo de investigación y ha creado un acontecimiento científico como primer paso a una gran obra.
“La banda da seguridad e importancia a lo que hace el torero en la Plaza”, afirmaba el presidente de la Plaza de Toros de Almería, no solo como tal sino también como director de corridas. Por otro lado, el director de la escuela Taurina de Almería, Paco Rutia, reconoce no ser un erudito sino un aficionado.
El toro ha ido entrando en la sociedad de las artes, aparece en obras de arte y los músicos no iban a ser menos y empezaron a crear música para el toro. Para conocer al toro hay que ir al campo, es un animal que lucha a muerte. Cuando se enfrentan entre ellos alguno muere.
Este libro es una obra muy importante y además está muy documentado, el autor ha contado con la colaboración nada más y nada menos que de 25 directores en el mundo de la tauromaquia. Y es que en Almería tenemos una gran producción y la pena es que no se reconoce.
Una actuación musical sirvió de brocha final a esta presentación, tocaron un solo de pasodoble al piano y después con una cantante que consiguió levantar al público y muchos elogios. Un espontáneo del público incluso reclamó que eso no estuviera en eurovisión. La composición llevada el pasado martes a la Biblioteca Villaespesa pertenecía a Paco Rutia, quien escribe el prólogo del libro.
Como torero lo que inquieta es satisfacerse a sí mismo y a su público y cuando esto se consigue aparece un gran espectáculo en el que la música influencia al torero por lo tanto tiene que estar muy bien organizada. Este es otro tema que trata el libro que nos presentó un joven emprendedor de tan solo 27 años, un libro básico.
Julio Francisco obsesionado con el tema nos explica la estructura del libro con una metodología y casi dos años de investigación, intentando recopilar una lista de pasodobles. En esta investigación descubre las llamadas que hacían los ejércitos para anunciar la llegada de los toros, esto en Almería ocurría ya en 1678. Por lo tanto, podemos decir que ya había música taurina.
En las Plazas del País Vasco el presidente saca el pañuelo cuando debe tocar la Banda, y es que la Banda tiene que tocar para realzar la faena de un torero.
