La remesa completa el programa de 50 liberaciones prevista este año con los animales procedentes del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, y eleva a 153 el acumulado en los últimos diez años
Los animales se suman a los 30 liberados hace apenas 15 días en la misma ubicación, y portan emisores satelitales subcutáneos “que permitirán a los técnicos su seguimiento y monitorización constante, para estudiar tanto sus pautas migratorias y de nidificación como sus amenazas”, explicó Vázquez.
La elección del punto de liberación responde a que fue precisamente en ese punto donde el pasado año se produjo la puesta de 117 huevos, aunque, tras una valoración técnica, el nido fue finalmente trasladado a la playa de Calblanque. “Estos datos, sumados al hecho de que este verano ya hemos constatado un intento de desove en La Manga, que se suma a los nueve del año pasado, consolidan a la Región de Murcia como ‘Territorio Tortuga’ y nos anima a continuar con los esfuerzos que llevamos a cabo en este sentido”, afirmó el consejero. Los intentos de desove por parte de la Caretta boba el pasado verano se documentaron en La Manga del Mar Menor, el Parque Regional de Calblanque y la playa del Arroz, en Águilas.
Los 20 ejemplares liberados hoy formarán parte del estudio ‘Profundización en el conocimiento de las amenazas que afectan a los cetáceos y tortugas marinas en la Región de Murcia (CAMEMMUR)’, concedido por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia 2021 financiado por la Unión Europea. “Vamos a analizar su comportamiento y grado de supervivencia tras su liberación en el medio natural, al estar ‘marcados’ con emisores satelitales, con GPS, gracias a la colaboración de la Fundación Biodiversidad y la Fundación Oceanogràfic”, remarcó el consejero.
Precisamente en el Oceanogràfic de Valencia han estado aclimatándose las últimas semanas los ejemplares devueltos al mar, para mejorar su estado de musculación tras permanecer aproximadamente un año en cautividad en condiciones óptimas y controladas de temperatura y alimentación, aumentando por tanto su tasa de supervivencia en libertad.
Juan María Vázquez visitó tras la liberación el punto de información de ‘Territorio Tortuga’, ubicado en la misma playa de Isla Plana donde se produjo la puesta hace exactamente un año. El nido fue localizado por voluntarios de ‘Territorio Tortuga’ y gracias a la colaboración de la Asociación para la Defensa del Entorno Natural de La Azohía e Isla Plana (Adela) y del personal del Chiringuito Aloha.
Tras advertir de la presencia de la hembra reproductora en playa, se activó el protocolo que permitió la intervención del personal de CRFS y Policía Local de Cartagena, que relevaron a los miembros de Adela en su labor de vigilar la seguridad de la puesta de la tortuga y mantener alejados a los curiosos.
El nido constaba de 117 huevos, de los que diez se trasladaron a la incubadora del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre El Valle y los otros 107 se trasladaron a Calblanque. De ellos nacieron 49 neonatos en playa y cuatro en incubadora. En total, 53, de los cuales han sobrevivido 51. De ellos, 30 fueron liberados el pasado día 3 y el resto hoy, quedando solo un ejemplar en el Oceanogràfic para aumentar el peso y obtener facultades para su reintroducción. Con estos ejemplares, se eleva a 153 el acumulado de tortugas bobas liberadas en los últimos diez años.
La tortuga boba se clasifica como ‘Vulnerable’ según el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas y como ‘En peligro’ para la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Entre sus principales amenazas figura la ingestión de plásticos y diferentes tipos de residuos en flotación, su captura accidental en redes de pesca, el enmallamiento en restos de fibras o sedales a la deriva y, en menor medida, la colisión con embarcaciones o la destrucción y alteración de playas de anidación.