José María Falgas, fallecido en el día de ayer, fue un asiduo colaborador con la Universidad de Murcia durante las dos últimas décadas.
Cuando la Universidad de Murcia estaba a punto de ser centenaria, aún no se habían incorporado a su galería de Rectores del edificio de la Convalecencia los retratos de los iniciadores de la misma, los dos primeros Comisarios Regios de la institución.
Fue entre 2008 y 2009 cuando dos obras suyas pasaron a engrosar y casi completar -a falta de los dos rectores republicanos, que se incorporarán en breve- la Galería de Rectores del edificio de Convalecencia.
Se trata de los retratos de Andrés Baquero Almansa, el primer dignatario de la Universidad de Murcia, la persona que puso en marcha el centro y quien se encargó, desde su puesto de Comisario Regio, de pronunciar el solemne discurso de apertura con el que se iniciaba la andadura de la Universidad de Murcia, allá por octubre de 1915, y del de Vicente Llovera Codorníu, que sustituyó a Baquero tras su repentina muerte y desempeñaría el máximo cargo de la universidad murciana entre enero de 1916 y abril de 1918.
La labor de Falgas en pro de la difusión de la historia de la UMU comprende su participación en un proyecto del Servicio de Comunicación para difundir la historia del centro: la plasmación de las puertas más históricas de los dos últimos siglos en cuatro magníficas obras que reproducían los lugares en los que había funcionado la Universidad de Murcia: el instituto de Segunda Enseñanza murciano -más tarde Alfonso X el Sabio y hoy Licenciado Cascales-, las antiguas graduadas del Carmen, el Campus de La Merced y la Convalecencia. Las láminas, agrupadas en carpetas y tituladas “Universidad de Murcia, cien años con las puertas abiertas a la sociedad murciana”, sirvieron durante mucho tiempo para dar a conocer esa parte de la historia de nuestra institución a numerosos visitantes recibidos tras su centenario.
Con Falgas se marcha sin duda un amigo de la Universidad de Murcia, descanse en paz.