Hace cuarenta años, la multinacional de neumáticos Michelín creó el Centro de Experiencias Michelín de Almería (CEMA), un espacio en pleno Parque Natural Cabo de Gata-Níjar en el que la firma francesa realiza pruebas de sus productos.
La historia del CEMA es también la historia del Parque Natural ya que la firma francesa fue, en parte, una de las entidades que más colaboró con la creación de la figura de protección de la que ahora goza este espacio almeriense. La marca de neumáticos demostró entonces su compromiso con el medio ambiente, algo que continúa haciendo ahora con las tareas de protección y rehabilitación de sus zonas de influencia.
Michelín creó este centro de pruebas para conocer los límites de sus productos, antes de que éstos pasen a la fabricación en serie. En los diferentes circuitos de los que dispone la marca se prueban los diferentes tipos de neumáticos, para que llguen al mercado con la máxima garantía.
Ahora, con una plantilla de unos 200 trabajores, y unas instalaciones de primer nivel, el CEMA se han convertido en un lugar de referencia internacional para la prueba de neumáticos para todo tipo de vehículos, incluso los espaciales.
Michelín dispone de siete de siete centros de I+D y ensayo distribuidos entre Europa, Estados Unidos y Asia. En ellos, investigadores de múltiples disciplinas buscan las soluciones más adecuadas para ofrecer el mejor equilibrio de prestaciones en cada neumático, logrando, así, un producto que se ajusta perfectamente a las necesidades del consumidor.
Una vez realizado este trabajo, entran en juego los CEMA como el de Almería, cuya misión es probar y evaluar los nuevos neumáticos para comprobar que se ajustan lo mejor posible a las expectativas de los clientes y fabricantes y a los imperativos propios de Michelin. Antes de ser lanzado al mercado, un neumático debe superar toda una serie de tests objetivos y subjetivos, en máquinas o en pista. Estas pruebas permiten evaluar las cualidades y las limitaciones del neumático en prestaciones tan diversas como la adherencia en diferentes tipos de suelo, el confort, la resistencia a las agresiones y al desgaste, el comportamiento en deriva, ante los choques o en situaciones de alta temperatura, etc.
Rehabilitación del molino
Michelín ha rehabilitado un cortijo y un molino que se encuentra dentro de la finca de 4.500 hectáreas, un proyecto realizado a petición de los propios trabajadores del centro. Además, dentro del recinto hay un drago con unos 400 años, un árbol típicamente canario que no se sabe cómo pudo llegar hasta Almería.