Menciones Duna, 25 años de compromiso ecologista

    Después de veinticinco años, el discurso ecologista mantiene sus compromisos en lo esencial y ha ampliado la perspectiva de la realidad, con el pensamiento crítico situado frente al sistema. Es lógico, porque el mundo evoluciona y el sentido de la naturaleza configura nuevos puntos de vista. El sentido ecologista descubre que la naturaleza va más allá de los espacios naturales y que la vida no se puede compartimentar. El movimiento ecologista molesta al sistema que siempre ha tenido en su objetivo domesticar la visión ecológica de la realidad. Por eso, esta reflexión intenta revisar el camino realizado por el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) al conmemorar los 25 años de las Menciones DUNA.

    Todo empezó en 1986, cuando el GEM concedió las primeras Menciones DUNA- Fueron dos: Al Hermano Rufino Sagredo Arnáiz (Villalmóndar, Burgos 1899, Granada 1990), una institución singular en el estudio de la flora almeriense y en la divulgación de sus conocimientos entre sus alumnos del colegio La Salle de Almería, algunos participaron en la gestación ecologista almeriense; y a este periodista, un reconocimiento que hizo el GEM a mi trabajo periodístico en IDEAL-Almería (“Una tierra almeriense para vivir”, “Almeriense-Sur”). La entrega, una placa conmemorativa, tuvo lugar, sin público, el 7 de enero de 1987, en la discreción de la sala de profesores del Colegio La Salle.

    El momento de las Menciones DUNA ha sido algo más que una fiesta ecologista. Un recorrido por las Menciones permite acercarse a algunos aspectos de la realidad ambiental, cultural, política, económica y social de la provincia, en distintos campos: Naturaleza, urbanismo, patrimonio, energías alternativas, economía, con distinciones diversas: Parque de Rescate de la Fauna Sahariana (Mar Cano), Plataforma Solar de Tabernas, doctores Tesifón Parrón y José Carlos Martín Rubí (estudios sobre efectos de los pesticidas), Sociedad Española de Ornitolgía; Alfonso Sevilla (energías alternativas); defensa y divulgación del patrimonio histórico-artístico, con Amigos de la Alcazaba, y los historiadores, Alfonso Ruiz García y Rosario Torres; protección de la naturaleza en Promar (fauna marina); trabajo y compromiso de los biólogos Rosa Mendoza, Hermelindo Castro Nogueira y Domingo Cañadas; estudios de Andrés Sánchez Picón (historia de la Economía); análisis de los economistas Jerónimo Molina, David Uclés y Francisco Cortés, Martín Soler (a su primer año de delegado de Medio Ambiente, aunque años después llegó a plantearse la retirada de la Mención), etc. Este año, se han incorporado: Alfonso Viciana (estudioso de la destrucción de la costa), Abel Lacalle (jurista reconocido en temas ambientales, profesor de la Universidad de Almería) y al profesor Juan Antonio Muñoz Muñoz (divulgador de valores naturales entre sus alumnos).

    En estos 25 años, han comparecido otros gestos: En los 90, el ‘Manifiesto por un desarrollo sostenible’, de los 10 años, con Andrés Sánchez Picón: “El territorio almeriense se caracteriza por su gran fragilidad”. Otro Manifiesto se presentó en 2004, con la presidenta del GEM, Fuensanta Alcalá: “Nunca ha estado tan mal y amenazada como ahora la provincia de Almería”. Y la reivindicación de la protección de los ríos, del agua en su naturaleza y del paisaje de la aridez.

    Junto a las Menciones DUNA, han estado los castigos del Carbón, contra quienes provocan desmanes ambientales. Los hay de todos los signos políticos, a izquierda y derecha: Ayuntamientos de Roquetas de Mar, Vera, Carboneras y Almería, Dirección general de Carreteras, Confederación Hidrográfica del Sur, etc. Y el símbolo del Algarrobico, con la larga espera de su demolición. Ni la Consejería de Medio Ambiente se ha librado del castigo del Carbón.

    Un cuarto de siglo después, la visión ecologista ha ampliado su visión sobre la realidad y el sistema. De ahí la visión trascendental que plantea el teólogo Leonardo Boff en su libro Ecología, grito de la tierra, grito de los pobres: “Partiendo de esta preocupación ética de responsabilidad con la creación, la ecología ha abandonado su primer estadio bajo la forma de movimiento verde o de protección y conservación de especies en extinción y se ha transformado en una crítica radical del modelo de civilización que estamos construyendo”.

    Por estas razones, ha predominado mi compromiso personal, cuando la conciencia exige no ser neutral. Creo que es la manera más honesta de ser y estar en el periodismo. Ayer, hoy y mañana.

     

     

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