El Templo del Monasterio de Los Jerónimos acogió ayer la inauguración de las II Jornadas ‘Terrorismo internacional y la seguridad en el sur de Europa’ organizadas por la Universidad Católica de Murcia. Jaime Mayor Oreja, exministro del Interior, eurodiputado y Doctor Honoris Causa por la UCAM, impartió la conferencia inaugural ‘La seguridad internacional’.
Previamente a esta, ha destacado que ante el terrorismo internacional “la fuerza del adversario es sin duda un factor importante, pero lo grave es la debilidad de nuestra civilización y de nuestra sociedad”; y ha señalado la crisis de valores y de civilización a la que se enfrenta occidente como la base de esta amenaza, “y por eso está en todas partes”, ha añadido. Además, ha afirmado que “esto no es una batalla de siglas de partidos, es un desafío cultural, en la raíz. La cohesión tiene que ser un elemento esencial”.
En el acto inaugural también han intervenido José Luis Mendoza, presidente de la Universidad; María Dolores Pagán, consejera de Presidencia, y Alberto Gallego, coronel del Ejército del Aire (Res.) y profesor colaborador de la institución. Mendoza ha recalcado también durante su intervención la necesidad de recuperar las raíces cristianas de Europa. “Este relativismo moral que invade Europa la lleva a la destrucción social, moral, y yo creo que con un futuro incierto; por eso es muy importante la labor de las universidades, y esta educación en valores que damos en la UCAM es fundamental. Por su parte, la consejera de Presidencia ha afirmado que el terrorismo precisa de una respuesta unánime, “sólo la unidad de una nación puede hacer frente a esto”.
Sobre la intervención de los países occidentales ante las nuevas amenazas del terrorismo yihadista, Jaime Mayor Oreja ha asegurado que se trata de un tema que corresponde a los gobiernos, “pero cuando ya la consecuencia o el efecto de la crisis de civilización que vivimos se ha hecho organización, es evidente que hay que hacerle frente, sin dejar de lado el real memorial que necesita nuestra sociedad”. Del mismo modo, en referencia a los refugiados, el exministro ha destacado que “no se puede sustituir nuestra ausencia en los lugares del conflicto, por una política de extranjería”, y ha señalado “pero si nosotros desaparecemos de los lugares difíciles, si nuestros valores y nuestra cultura no están allí, es evidente que nadie puede pensar que esto se resuelve con una política de refugiados, es un complemento”.