Un estudio realizado por la Universidad de Alicante y la Universidad de Florida Central (EEUU), que ha sido publicado en la revista Archives of Sexual Behavior, refleja que más del 70% de los jóvenes universitarios encuestados no consideran que ver pornografía sea un acto de infidelidad hacia sus parejas.
Investigadores del Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante y del Departamento de Psicología de la Universidad de Florida Central, situada en Orlando (EEUU) han sido los encargados de hacer el estudio, que recoge concretamente que el 77% de los españoles y el 73% de los estadounidenses no consideran que consumir porno sea un acto de infidelidad. Solo un porcentaje relativamente pequeño, el 13% de los jóvenes de EEUU y el 10% de España, afirma que ver material pornográfico constituye un engaño, al igual que una minoría mantiene sentirse inseguro en su respuesta.
“Uno de los principales objetivos de esta investigación ha sido comparar dos países con culturas, mentalidades y tradiciones distintas con el objetivo de comprobar si estas diferencias afectan a los resultados”, señalan desde la Universidad de Alicante Abilio Reig y Mª Dolores Fernández, autores de este trabajo junto a Charles Negy y Diego Plaza de la Universidad de Florida Central.
En este sentido, la diferencia entre España y EEUU es pequeña pero significativa. Si se comparan los datos estadísticos se comprueba que los adultos estadounidenses son un 3% más proclives a pensar que consumir material pornográfico representa una infidelidad. En este sentido, afirman los investigadores, “Estados Unidos es un país más religioso y socialmente más conservador que la mayoría de los países de Europa occidental, incluida España, lo que probablemente explica la diferencia observada”. Esta relación, creencias religiosas, consumo de material sexual explícito e infidelidad, no difiriere significativamente entre hombres y mujeres en los resultados.
Al margen de las previsiones – señalan los investigadores de la UA- uno de los datos más llamativos derivados de este trabajo ha sido confirmar que, en promedio, es mayor el número de adultos solteros que asocia la pornografía a una traición a su compañero sentimental. “Este descubrimiento es sorprendente ya que habíamos anticipado hallazgos opuestos: sería más probable que aquellos participantes involucrados en una relación considerasen el porno una amenaza para su pareja”, indican.
Por otro lado, como se describe en el artículo, variables como actitudes negativas hacia el consumo de pornografía, intolerancia al engaño o ser una persona propensamente celosa predispone a las encuestados a confesar que ver material sexual explícito es una muestra de infidelidad.
Para llevar a cabo este trabajo, titulado “Is Viewing Sexually Explicit Material Cheating on Your Partner? A Comparison Between the United States and Spain”, los autores han entrevistado a un total de 592 universitarios: 266 mujeres y 126 hombres en el caso de EEUU, y 157 mujeres y 43 hombres españoles. Las edades de los participantes variaron desde los 18 a 36 años.