Aunque la deforestación más conocida y con más impacto a nivel mundial es la de la Amazonía, el resto de los bosques de Hispanoamérica no corren mejor suerte. Áreas de Colombia como la del Pacífico y la frontera entre la Orinoquia y la Amazonia han perdido entre el 25 y 30 % de su cobertura vegetal, según el “Primer mapa de vegetación natural de Colombia”, una herramienta con la que se pretende avanzar en la mitigación y restauración de la vegetación en pro de la recuperación de los ecosistemas
A ese análisis se pudo llegar gracias a los 3.934 registros que se obtuvieron de las regiones naturales del país, lo cual permitió, por primera vez en Colombia, sentar las bases para realizar una cartografía temática que incluye construcciones a diferentes escalas sobre las unidades de vegetación, entre ellas las superformaciones o clases, las grandes formaciones u órdenes, las formaciones, o las alianzas de vegetación.
Así, manglares, frailejonales, palmares, pastizales y la vegetación de bosques altos y bajos, entre otros ecosistemas, aparecen reseñados en detalle en este valioso proyecto adelantado por el Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en asocio con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y los institutos de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Amazónico de Investigaciones Científicas (Sinchi) y el de Investigaciones Ambientales del Pacífico John von Neumann(Iiap).
De los 3.934 registros sobre inventarios de vegetación de las cinco regiones naturales Colombia, 1.706 pertenecen a los Andes, 605 al Caribe, 561 a la Amazonia, 541 a la Orinoquia y 521 al Pacífico.
El profesor Orlando Rangel, director del ICN y líder del proyecto, afirma que “el estado de conservación de la vegetación natural representa una gran preocupación para el país, por su desaparición. Se debe empezar a trabajar con urgencia en la recuperación de la vegetación original en las zonas más afectadas”.
“Al mundo solo le queda la franja tropical como recurso de bosque. En los recursos de bosque y de selva es en los que necesitamos que el Estado colombiano centre valiosos esfuerzos; la cantidad de condiciones naturales que ha desaparecido en algunas regiones naturales es muy alarmante”.
Agregó que “este mapa es un sueño de varios años. Desde hace cuatro décadas se viene concretando, pero hasta hace aproximadamente un año empezamos a trabajar en la propuesta”, dijo durante la presentación del “Primer mapa de vegetación natural de Colombia”, realizado en un foro organizado por el ICN en el auditorio de la Fundación Friedrich-Ebert-Stifung en Colombia (Fescol), en alianza con el Foro Nacional Ambiental.
Es pertinente aclarar que este bosque tropical es un agente de mitigación contra la emisión de CO2, y si se trata de recuperar se estarían construyendo vías importantes para disminuir los impactos negativos ocasionados en el planeta entero.
Aplicaciones en conservación y restauración
El proceso cartográfico fue realizado por un grupo de especialistas liderado por el biólogo de la UNAL Larry Niño, experto en sistemas de información geográfica y modelación espacial, quien, para sacar adelante esta propuesta, se apoyó de tecnología de última generación e inteligencia artificial y plataformas que permiten que los usuarios interactúen con miles de imágenes a la vez.
El mapa será una fuente documental y un instrumento básico en trabajos científicos y de aplicación técnica, en especial en acciones de restauración, rehabilitación, recuperación y conservación, ya que la vegetación es el principal referente de los ecosistemas terrestres y es una vía apropiada para conocer el estado del territorio y los hábitats involucrados.
La cartografía también les ofrece a instituciones y entidades gubernamentales la posibilidad de contribuir a la revitalización de la naturaleza en el marco del Plan Nacional de Desarrollo.
El experto Niño anota que “lo importante es que esta información nunca va a cambiar y va a permitir que, en un futuro, investigadores que tengan otro enfoque tomen la información que quedará en los repositorios”.
La información recopilada y previamente ordenada se transfirió al Instituto Humboldt, encargado de incorporarla al Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia (SiB Colombia), una red nacional de datos abiertos sobre biodiversidad que puede ser consultada por cualquier persona.