Al concierto de Paulina Rubio en Roquetas de Mar no faltó Colate. El marido de esta artista no quiso perderse el miniconcierto que dio su esposa en el Teatro Auditorio roquetero. Y es que una buena parte del público no podía creerse cómo una artista llamada internacional podía hacerles esperar una hora para comenzar su concierto.
Luego llegaría lo mejor. A lo largo del concierto en muchas ocasiones ni se escuchaba la voz y cuando se hacía era para escuchar cómo desafinaba la cantante. El remate fue a la hora y diez minutos de concierto cuando se acabó todo. Ni despedida del público ni nada. El concierto fue un suspiro.
En seis años que lleva funcionando el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar jamás se había contado con una artista ‘de este nivel’. Está claro que Paulina Rubio pasa de sus seguidores e incluso les falta al respeto cuando aparece sobre el escenario después de una hora de espera. Unas 850 personas, entre ellas muchos niños y niñas que querían ver a la cantante mejicana, en un concierto que se presumía era de lo mejor que se iba a ver en Roquetas.
Apareció sobre el escenario con un gorro de plumas y un traje de pronunciadas hombreras. Paulina comenzó dedicando sus canciones al público más joven, que se encontraba en primera fila esperando a su ídolo. Arrancó con su último single, ‘Algo de ti’ para viajar después en el tiempo con ‘Ni una sola palabra’ y ‘Lo haré por ti’. Pasaba en segundos de temas marchosos a otros más melódicos, como ‘Todo mi amor’ o ‘Más que amigos’, que interpretó tras unas oscuras gafas de sol. No faltó una de sus canciones preferidas, ‘Yo no soy esa mujer’.
A pesar del embarazo, Paulina Rubio mostró que es una artista que sabe moverse en el escenario. Canto otros temas como ‘El ultimo adiós’, “Ni rosas ni juguetes’ y ‘Nada puede cambiarme’. En un momento del concierto subió al escenario a varios niños con los cuales compartió su canción. Cerró con ‘Causa y efecto’ y ‘Y yo sigo aquí’. El concierto supo a poco, porque realmente no dio tiempo de casi nada.
