Los Mares de China es su primer trabajo en solitario. Un disco que como los buenos lienzos tiene vocación de clásico. De esos que perduran en el tiempo. También es un viaje por el mundo: con un billete comprado en la copla andaluza con destino al tango argentino, el son cubano y el jazz de Nueva York. Música de toda la vida que no se ha hecho hasta ahora, con una carga brutal del inconsciente colectivo.
Zenet no es ningún novato en la música. Sur. S.A. fue su primera banda de funky flamenco, con la que publicó dos discos (A golpe de pellejo y Malaracha) y de la que se conserva otro trabajo, todavía inédito. Las cosas no funcionaron como debían. Nace así el proyecto Zenet, que tiene su origen hace un par de años en las jams sessions del bar Plaza, de Madrid. La cabezonería del letrista y poeta Javier Laguna y el impulso de Juan Ibáñez (de la editorial Warner Chappell) reflotan la ilusión de Toni justo cuando el desánimo se agarraba a su cuello.
En este disco que presenta en Almería hay temas como Estela, retrato de una mujer que existe de verdad. Una reina, una Gilda, que baila con guantes de cocina en lugar de guantes de terciopelo. Una mujer criada en el barrio más bestia, salvaje y marginal de Málaga pero con maneras y mirada de princesa de cabaret, la copla Un beso de esos que se convierte en zambra y acaba en un son cubano, el tema Dientes de rata, que rata de un amor no entendido. También se incluye la canción romántica Soñar contigo y el bello tema Entre un balcón y mi ventana,