Este teatro-musical mostró todos los detalles de lo que era la música a finales de los años 70, cuando las discotecas copaban los lugares de baile en todo el país y donde la gente salía a bailar. Hoy apenas quedan discotecas y la gente cada vez baila menos.
El musical también tuvo una parte que evocaba otro tiempo con la banda sonora de los Bee Gees, que ha acompañado a muchas generaciones de ciudadanos. Todos esos ingredientes hicieron de este musical algo para ser disfrutado en todo su esplendor, ya que además cuenta con música en directo y sobre todo un elenco de artistas y bailarines que son de primer nivel. Excelentes en sus ejecuciones, realmente son profesionales del baile y eso se aprecia desde el primer minuto de ‘Fiebre del Sábado noche”.
Juan Pablo Di Pace ofreció espectáculo durante casi las dos horas del show. El actor lució el encanto de Tony Manero y se movió como él, convirtiéndose en el centro de la práctica totalidad de los números musicales. La escenografía de David Shields repleta de espejos por todas partes, multiplica el efecto de los bailes de este artista. Es un artista que comunica con el público. Un acierto en el musical.
Beatriz Ros, por la que Tony Manero pierde la cabeza, ofreció su maestría en el baile. Las veces que participaba lo hacía con energía y con mucha sensualidad. Isabel Malavia es Annette, la cual pierde la cabeza por Tony Manero. Posee una voz prodigiosa. De lo mejor de la noche fue Guillermo Sabariegos con una actuación magistral y Zenon Recalde que provocó las risas durante sus apariciones en el musical, ya que fue el encargado de poner la música en el Odisea 2001 donde cada sábado se reúnen todos a bailar.