Es la segunda parada que hará el ‘Julián Arcas’ mañana sábado, día en el que el certamen se desplaza a la provincia. La primera es a las 20.00 horas en la localidad de María con el concierto de guitarra clásica de Tomás Campos.
Las personas que se desplacen al Auditorio de Roquetas de Mar podrán disfrutar del nuevo espectáculo que Yllana coproduce junto a Ara Malikian, Pagagnini. A través el virtuosismo de cuatro grandes músicos, capitaneados por el maestro Ara Malikian, Pagagnini repasa algunos momentos cumbre de la música clásica fusionados con otros estilos musicales, consiguiendo un divertido y sorprendente Des-Concierto, con el que pretenden reinventar la manera de concebir un recital, llegando al gran público que descubrirá en los pasajes musicales una mirada diferente.
Pagagnini, músico a músico
El espectáculo Pagagnini lo forman, por un lado, el maestro Ara Malikian y por otro la compañía Yllana formada por Eduardo Ortega, Fernando Clemente y Gartxot Ortiz.
Ara Malikian es sin duda uno de los más brillantes y expresivos violinistas de su generación. Poseedor de un estilo propio, forjado a partir de sus orígenes y ricas vivencias musicales, su violín se alza como una de las voces más originales e innovadoras del panorama musical. En Pagagnini no sólo es coproductor, sino también el encargado de la dirección musical.
Ara Malikian nació en Líbano en 1.968 en el seno de una familia Armenia. Se inició en el violín a muy temprana edad de la mano de su padre. Dio su primer concierto con 12 años y a los 15 recibió una beca del Gobierno Alemán (DAAD) para cursar estudios en la ‘Hochschule für Musik und Theater Hannover’. Posteriormente amplió sus estudios en la ‘Guildhall School of Music & Drama’ de Londres, además de recibir lecciones de algunos de los más prestigiosos profesores del mundo como Franco Gulli, Ruggiero Ricci, Ivri Gitlis, Herman Krebbers o miembros del Alban Berg Quartett.
Eduardo Ortega comenzó con el violín a muy temprana edad, gracias a la influencia de su madre, violinista de la Orquesta Sinfónica de Madrid. Ha estudiado con maestros como Polina Kotliarskay, Vartan Manoogian, Lian Chai, Mikhail Milman, Joaquín Clerch, Agustí Coma o Sergio Castro.
Fernando Clemente se formó como músico clásico en el Conservatorio de Sevilla, amplió sus conocimientos musicales de la mano de David López de Prados y Eduardo Ortega; también cuenta con estudios de interpretación dirigidos por Mª José Acosta y desarrollados con compañías sevillanas como ‘La Caída del Cuerno’. Es titulado técnico de imagen y sonido.
Gartxot Ortiz nació en Pamplona y comenzó con el cello a los 9 años. Además de su carrera como músico, también reinaba en la cocina de su propio restaurante en su tierra natal. Durante un tiempo giró por España con un grupo de cámara, hasta que dejó grupo y restaurante para empezar una nueva etapa en Madrid. Se ha dedicado a la pedagogía, enseñando música a niños en varias escuelas y también ha trabajado como músico en la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Tomás Campos, guitarrista clásico
Tomás Campos, que actuará mañana sábado a las 20.00 horas en María, empieza a estudiar guitarra clásica a los diez años con Carmen Ros. En 1999 ingresa en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, su ciudad natal. Allí sigue las directrices de José Luis Rodrigo, finalizando en 2002 con premio fin de carrera. Más tarde estudia en la Hogeschool de Maastricht (Holanda) con Carlo Marchione donde obtiene el Bachellor Degree (2004) y el post-graduado de guitarra (2006).
Ha realizado cursos de perfeccionamiento con Gerardo Arriaga, Álex Garrobé, Eduardo Baranzano, Carles Trepat, Eduardo Fernández, Zoran Dukic, Marco Socías, Ricardo Gallén, Joaquín Clerch, Pablo Márquez, Tilmann Hopstock, David Russell, entre otros. Además, ha ofrecido recitales en España, Bélgica y Holanda y ha sido becado por A.I.E., Comunidad de Madrid y Fundación Nuffic de Holanda.
En la actualidad es profesor de guitarra en los conservatorios ‘Victoria de los Ángeles’ y ‘Joaquín Turina’ de la Comunidad de Madrid y amplía su formación con el guitarrista Fernando Rodríguez en Barcelona.
