Eloy Castellanos es el responsable del grupo de investigación Ecología y Medio Ambiente de la Universidad de Huelva. Este investigador ha firmado la investigación más importante hasta la fecha sobre la formación de las marismas, resultado del seguimiento durante 35 de las Marismas del Odiel, en Huelva.
Su trabajo ha permitido confirmar hipótesis planteadas desde el punto de vista teórico hace tres siglos, que permiten entender tanto la complejidad de estos sistemas, como las relaciones de competencia que permiten hacerlos prosperar.
En esta entrevista describe cuáles son los valores ambientales de las marismas mareales, unos ecosistemas que generan vida en su entorno, funcionan como refugio para especies de paso y crean las condiciones para que se genere una gran cantidad de vida río arriba.
- Describen la formación de las marismas, ¿no se conocía bien hasta ahora?
La importancia de nuestro estudio radica en que, hasta hoy, ningún estudio había analizado los cambios en el medio sedimentario y en la vegetación de marismas mareales en una serie temporal tan amplia. Esta es una investigación en tiempo real durante 35 años, desde el inicio de la formación de una marisma a partir de una planicie intermareal.
Esto nos ha proporcionado conocimientos sobre los mecanismos de sucesión primaria que han permitido confirmar hipótesis científicas que, al inicio de este estudio, no estaban consolidadas, aunque los elementos teóricos que aplicamos a la sucesión de las marismas fueran descritos hace ya más de 300 años.
En particular, nuestro estudio muestra los papeles centrales que desempeñan la facilitación y la hipótesis del gradiente ambiental en la formación de estos ecosistemas. Cuando comenzó nuestro estudio en 1984, el papel ecológico y evolutivo de la facilitación estaba lejos de ser aceptado como regla general.
Tampoco estaba claro en ese momento que el estrés ambiental estuviera asociado con un cambio en las interacciones entre especies, pasando de la competencia entre ellas a la facilitación. De igual modo, el desarrollo geomorfológico ocurrido durante estos 35 años respalda la transición desde “marisma sumergida” a una “marisma emergida”, lo que hasta ahora sólo estaba teorizado para esta elevación de marea.
Se han confirmado por tanto hipótesis científicas que hasta ahora no disponían del respaldo experimental necesario.
- Se centran en las marismas del Odiel, ¿este proceso es extrapolable a cualquier otra marisma?
Lo que hemos registrado que está sucediendo en Marismas del Odiel, también está sucediendo en muchas marismas mareales del Golfo de Cádiz, como hemos venido observando en las últimas décadas. Y aunque probablemente existen elementos propios de estas marismas de clima mediterráneo, como la aparición del híbrido de Sarcocornia, el resto de las especies están ampliamente distribuidas en las marismas mareales de toda Europa.
De igual modo, los aspectos geomorfológicos descritos probablemente tengan similitud con los que puedan ocurrir en la mayoría de ecosistemas de este tipo. En consecuencia, es probable que nuestros hallazgos sean ampliamente aplicables y, por ejemplo, tengan poder predictivo para establecer medidas de conservación o para la restauración de marismas.
- ¿Qué papel en los ecosistemas se le puede atribuir a las marismas?
Las marismas con influencia mareal son unos de los ecosistemas más productivos del mundo y de su producción no sólo se beneficia el propio ecosistema, sino que también lo hacen el estuario que las alberga y los ecosistemas litorales próximos.
En las marismas se encuentran los hábitats necesarios para completar los ciclos biológicos de numerosas poblaciones faunísticas, actuando como zonas de cría y guardería de estas especies, entre ellas muchas de interés comercial para nosotros y que obtenemos mariscando o con nuestra pesca de bajura. Sin las marismas, estas actividades se verían seriamente afectadas.
- ¿Funcionan solamente a nivel local o también son fuente de vida para otras especies de paso?
No sólo son importantes para su amplia biodiversidad local sino también para los millares aves que las visitan desde ecosistemas alejados a miles de kilómetros y que en sus largas rutas migratorias aprovechan las marismas como áreas de repostaje, de descanso o de invernada por su abundante producción.
- ¿También realizan alguna labor ambiental?
Las marismas tienen también implicaciones en el ciclo hidrológico y en los ciclos biogeoquímicos, funcionando como sumidero de sedimentos, de contaminantes y de metales pesados. También de CO2, contribuyendo de manera significativa a lo que se conocen como sumideros de Carbono Azul, el carbono capturado por los organismos fotosintéticos de los océanos del mundo y de los ecosistemas costeros, entre ellos las marismas, por lo que desempeñan un papel relevante en la mitigación del cambio climático.
Fijan sedimentos con su vegetación, modulan las avenidas fluviales y estabilizan las áreas litorales. Finalmente, las marismas nos proporcionan numerosos valores socioculturales, siempre que sepamos aprovecharlos de manera sostenible: pesca, marisqueo, cultivos como el arroz, producción de sal, navegación, turismo/ocio, …