Egipto, el desierto, la mar embravecida, hojas verdes nacientes de una rama, el embrujo del amor, la ineludible muerte… Sensaciones a flor de piel en un espectáculo que es, sin duda, la enésima prueba del inigualable talento de Víctor Ullate, bailarín, coreógrafo y maestro. Una armonía perfecta de colores, formas y movimiento, incluso olores, que pudo verse el pasado sábado, 23 de enero, en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar. Un espectáculo con un final inmejorable, el encuentro del hijo, Josué Ullate, con su padre, el propio Víctor Ullate, que tras veinticinco años fuera de escena, decidió mostrar que sigue teniendo una presencia excepcional en el escenario.
No es de extrañar que signifique un antes y un después en la historia de la danza española. Las coreografías del maestro Ullate tienen la capacidad de mostrar de una forma fuera de lo común las pequeñas cosas que, sin embargo, tienen el peso de la vida. Temáticas muy diferentes con algo en común, el círculo de la vida y la muerte al que nada ni nadie puede escapar. Así, de la mano de Josué Ullate, el hijo menor de Víctor, que interpretaba el papel de su propio padre cuando tuvo que partir fuera de su país, hacia lo desconocido, para poder ser uno de los grandes de la danza, se van recorriendo gran parte de las obras coreográficas de Ullate en estos veinte años como director del Victor Ullate Ballet de Madrid.
Dieciocho muestras coreográficas que dieron cuenta de la excepcional creatividad de su autor, y que reflejan distintas etapas en la vida de Ullate. Así, Samsara (2006) es la reflexión y sentimiento de Víctor cuando se hallaba debatiéndose entre la vida y la muerte en una mesa de operaciones tras varios infartos de corazón, momento en el que su mente viajó a Oriente. Una mezcla de ritmos étnicos que, a través del estilo neoclásico tan característico de la compañía, son bailados con movimientos que jamás podrían imaginarse para esa música si no fuera porque realmente se sincronizan como anillo al dedo. Egipto, Irán, India, Nepal, China, Japón… son algunos de los lugares a los que Samsara hace viajar.
Un escenario rodeado de espejos y unas imágenes proyectadas al fondo que acompañaban la danza e intensificaban la expresividad a cada movimiento. Coreografías como Arrayan D Araxa (1992), Amor Brujo (1994) o Jaleos (1996), mostraban la profesionalidad de unos bailarines que se fundían en uno en el escenario, movimientos perfectos al compás medido y sentido.
La artista invitada fue Maribel Ramos ‘La Zambra’, un torbellino de fuerza en el escenario que dejó muy claro lo que es taconear con arte y su gran dominio de la bata de cola, mientras bailaba una pieza de danza española con pasos de gran complejidad realizados velozmente.
Tras el Espejo (1995) es una de las puestas en escena más sorprendentes de Ullate: la bailarina Zara Calero sale a escena con un vestido blanco de Victorio y Lucchino compuesto por una cola de al menos quince metros de largo que llena todo el escenario. La poesía también estuvo presente con Ven que te tiente (1996), una coreografía en la que se bailan canciones populares antiguas recopiladas por Federico García Lorca e interpretadas por Carmen Linares.
‘2 you Maestro’ es un homenaje a veinte años de compañía de danza, la única que ha durado tanto tiempo en España y la primera que se fundó. Una compañía, el Victor Ullate Ballet, que ha puesto en valor la danza y ha sentado precedentes para la creación de nuevas compañías en este país, como la recientemente fundada por el bailarín Ángel Corella, antiguo alumno de Ullate. Víctor Ullate pasa el testigo de la dirección de la compañía a Eduardo Lao, quien ha sido primer bailarín durante mucho tiempo y que actualmente viene siendo director artístico.
Así, todo el espectáculo contó con la coordinación Eduardo Lao, que ha bebido de las enseñanzas del maestro y que es, sin duda, de lo mejor que hay en España en estos momentos. Lao nació en Granada, pero tiene familia en Almería. Para este ‘2 you Maestro’, Lao ha retomado algunos fragmentos de las obras de quien le mostró el camino, Víctor Ullate, y, a través de las experiencias que hoy han forjado lo que es, rinde homenaje al maestro como mejor sabe hacer: crear una danza. Ya en 1992 Eduardo Lao se estrenó como coreógrafo con la compañía de Ullate, de la que formaba parte. Tierra Madre (1992), Tsunami (1993), Burka (1999) y Go Up (2005) se muestran en ‘2 you Maestro’ y dan cuenta de este buen alumno que sin duda cogerá el timón que deja Ullate para seguir garantizando el talento y creatividad de la compañía.
Josué Ullate, hijo menor de Víctor, es el encargado de ir uniendo cada una de estas dieciocho coreografías. Él representa al alumno que sólo quiere bailar danza española pero que, poco a poco va observando danzas y situaciones muy distintas y abriéndose a otros estilos, tal y como le sucedió a su padre. Así, ‘2 you Maestro’ culmina con una escena en la que Víctor Ullate, después de veinticinco años detrás del telón, baila junto a su hijo para entregarle la maleta que indica que está preparado para partir hacia el mundo de la danza profesional, hacia su propia carrera como bailarín, igual que el gran maestro Maurice Béjart hizo con Víctor Ullate cuando éste volvió a España tras su formación con el coreógrafo francés. Incluso el mismo Víctor Ullate interpretó al propio Béjart en una coreografía que éste creó especialmente para él, al igual que ahora hace Josué Ullate con su padre.
Desde luego que Josué Ullate está preparado para ser un gran bailarín, pues no hay más que ver las aptitudes para la danza que presenta el joven. Una técnica más que envidiable que le permitía un control absoluto del estilo neoclásico, a la vez que mucha plasticidad de movimientos. Grandes saltos, giros y una gran flexibilidad unidos a un gran carisma en el escenario y una expresividad digna de un bailarín con mucha experiencia, a pesar de su juventud.
