A punto de cumplirse un mes del fallecimiento de Enrique Morente, el crítico de flamenco y colaborador del cantaor, Marcos Escánez, repasa el legado artístico y la importancia que el “ronco del Albaycín” ha tenido en la historia del flamenco. Marcos Escánez fue el productor ejecutivo de la reedición que se hizo en 2009 de ‘Omega’ y, más recientemente, se había encargado de hacer de manager en la gira que Morente no llegó a realizar por el norte del país.
¿Qué aspectos destacarías de Enrique Morente?
De Enrique Morente hay muchas cosas que decir, pero creo que hay dos fundamentales que están por encima de todas las demás. Enrique Morente, por encima de todo, era un artista; era un artista así se dedicara a pintar, a escribir o a hacer puertas. Y hay otro aspecto de Morente fundamental que es la honestidad; yo he visto detalles en Enrique que no he visto en nadie. Enrique era la honestidad pura y dura. Cuando hablamos de honestidad también podemos hablar de compromiso. Su compromiso con la gente, con las cosas bien hechas, con su sentido de la justicia… esos eran los rasgos más destacable de su personalidad.
Sin duda, Morente ha sido uno de los más grandes, ¿no?
Ha sido el mayor creador de la historia del flamenco. Tenemos que aprender a dimensionar su figura, todavía no lo hemos dimensionado bien. Es muy probable que todavía no hayamos analizado muy seriamente toda su obra. Hay un libro muy completo sobre su obra, pero realmente un análisis riguroso no se ha hecho. No era una de las tres o cuatro figuras fundamentales del flamenco. Enrique Morente tiene valores que lo hacen único; sin duda es el creativo más sobresaliente de la historia del flamenco.
Hablas de él como creador, pero también ha abierto nuevos caminos, ¿no?
Todo lo que ha hecho Enrique Morente ha sido multidireccional: ha trabajado con la fusión, y ha cantado seguiriyas con las Orquesta Chekara de Tetuán, y lo ha hecho con un compromiso absoluto; pero también lo ha hecho con rock; y también con música clásica. Y, además, cuando lo ha hecho su compromiso ha sido tan extraordinario que ha conseguido del flamenco se integrara con otras plataformas.
Además de esos experimentos también se atrevió a renovar los palos flamencos
Enrique Morente ha creado en todos los palos, ha hecho varias alegrías que están quince o veinte años por delante del flamenco actual. Esa capacidad creativa no es sólo su capacidad de fusionar el flamenco con otras músicas, sino su capacidad de crear alegrías, soleá, fandangos… y luego te coge una milonga y te la mete por bulerías o cantar salsa. Morente es la libertad a todos los niveles.
También en la concepción global del espectáculo flamenco, ¿no?
Hay un ejemplo de su dimensión como creador que la pudo ver el gran público, en el programa de Televisión Española ‘Séptimo de Caballería’. En esa hora lo que hizo Enrique fue una obra de arte, y te puedo asegurar que ahí Televisión Española no intervino nada en lo creativo, lo único que hizo fue decirle “qué necesitas, un caballo, pues un caballo; qué necesitas, arena, pues ahí la tienes”, esa fue la única intervención de Televisión Española en ese programa.
Si por algo se conoció a Morente fue por acercar el flamenco a otros públicos.
Ahora he recibido muchísimos mensajes a la página web de Enrique, y no te puedes hacer una idea de la cantidad de gente que dice haber llegado al flamenco a través de ‘Omega’, que se quedan impresionados con el flamenco tras un concierto de ‘Omega’.Es más, la música que últimamente estaba haciendo Morente no era flamenco, todo tenía una esencia flamenca, pero ya empezaba a despegar. Empezaba a tocar cosas que era una proyección distinta. Se nos ha ido en el peor momento.
¿En el más importante de su carrera?
Yo no lo creo así. La popularidad de Morente ha sido exponencial, cada año que pasaba era más conocido, él no ha tenido altibajos en su carrera que era una recta ascendente. Y estoy absolutamente convencido de que habría seguido más alto en su progresión.
Hablar de Enrique Morente es hacerlo de un rupturista y de un innovador.
Enrique Morente fue un visionario. Descubre la poesía y descubre la vida, y a partir de ahí es capaz de ver la belleza en cualquier sitio. Morente musicó poemas cultos antes que nadie, cantó poemas de Antonio Machado y de Miguel Hernández antes que Serrat. Enrique tenía la dualidad de estar en la ortodoxia y en la transgresión.
Y del mismo modo que homenajea a un clásico como Chacón rompe con todo lo conocido en ‘Despegando’.
El mismo año hace el disco de homenaje a Antonio Chacón y hace ‘Despegando’, donde mete guitarra eléctrica, mete órgano. Antonio Chacón es un artista que murió a finales de los años 20, y estaba denostado por el ambiente flamenco de la época de los 70. Enrique Morente se preocupó por estudiarlo y muchas veces le preguntaba cómo había dado con esas grabaciones de Chacón para conocerlo tan bien para hacer ese disco y me dijo “Marcos, en el Rastro, y cada vez que veía un disco de Cachón me lo compraba”. Con el homenaje a Chacón, que en teoría era la ortodoxia, se está enfrentando a la corriente imperante de la época que era el mairenismo, y está reivindicando la figura de un cantaor denostado. ‘Despegando’ es un disco donde, aparte de musicar poemas cultos, también crea música, crea unas alegrías que más tarde cantó mucho Camarón en público, abre un nuevo camino antes que ‘La leyenda del tiempo’.
A Morente le costó mucho ganarse a la crítica y al público, ¿no?
Morente ha sido el artista más criticado y más reconocido, sin lugar a dudas; seguramente, también, el más querido. Siempre era muy accesible… veía que la gente se quedaba mirándole porque lo reconocían y en vez de mirar a otro lado o seguir adelante se giraba y daba las buenas tardes.