La Consejería de Universidad, Investigación e Innovación ha recabado del conjunto del sistema universitario andaluz sus propuestas para configurar la nueva programación académica a implantar en los próximos cuatro años en las que se incluyen hasta 245 títulos de grado, máster y doctorado de nueva creación. Tras la recepción de esos planteamientos iniciales, el Ejecutivo autonómico deberá ahora analizar toda la información con el objetivo de poder aprobar un documento definitivo y consensuado que deberá estar listo el próximo mes de mayo.
Las instituciones académicas tenían hasta finales de 2023 para presentar sus propuestas y, una vez cerrado el plazo, la Consejería de Universidad ya ha comenzado a analizarlas teniendo en cuenta los criterios fijados en el decreto de ordenación de enseñanzas de Andalucía, la normativa regional aprobada en junio de este año que contempla precisamente la configuración de ese mapa de titulaciones, entre otras medidas.
Para determinar la idoneidad de los títulos se atenderá a criterios relacionados con la demanda social, empresarial y del alumnado y con el equilibrio territorial, fundamentalmente. De acuerdo con esas variables, el Ejecutivo autonómico hará la selección teniendo en cuenta, entre otros aspectos, la estructura socioeconómica del territorio y su tejido productivo, así como las potencialidades y necesidades de su mercado laboral.
También se velará por la complementariedad y el equilibrio territorial en la oferta para garantizar su sostenibilidad y evitar duplicidades y carencias significativas. Con esto se pretende introducir mecanismos de corrección para eliminar posibles desajustes con la demanda y actualizar el catálogo con carreras que respondan a necesidades objetivas de formación de la sociedad.
De las 245 enseñanzas que han presentado las universidades, el 33,47%, es decir 82, son de grado, mientras que el 66,53% restante se corresponde con 163 títulos de posgrado: 143 másteres y 20 doctorados. Los grados representan algo más de un tercio de los solicitado, aglutinando los dos tercios restantes las referencias de másteres y doctorados. Esa distribución viene determinada por un amplio abanico de factores, entre los que destacan el grado de complejidad asociado a la implantación de cada modalidad, la duración de los planes de estudio o el nivel de flexibilidad y adaptación al mercado laboral.
Con carácter general, la mayoría de estas peticiones están muy relacionadas con dos grandes ramas de conocimiento: las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y las Ciencias de la Salud. En el ámbito de las TIC, los títulos proyectados ofrecen una formación en seguridad informática, inteligencia artificial, internet de las cosas o robotización, todas áreas muy conectadas con la transformación digital en la que está inmerso el sector productivo e industrial andaluz.
También se observa un empuje de las disciplinas relacionadas con las energías renovables y el medio ambiente. Entre las propuestas en materia de salud, se solicitan titulaciones en áreas clásicas de especialización como la Odontología, la Podología o la Fisioterapia, pero también se concretan otras que conectan las disciplinas sanitarias con la tecnología.
Proyección internacional y titulaciones duales
La Consejería de Universidad ha priorizado la creación de los grados y másteres duales en la nueva programación académica, al igual que las enseñanzas interuniversitarias e internacionales y, para promocionar su implantación, ha suavizado los criterios requeridos con carácter general para el resto, sobre todo, en materia de personal docente e investigador, de infraestructuras y de plazos. De acuerdo con ello, a esta categoría de estudios a las universidades no se les pedirá que se garantice el 85% de los recursos de personal y de dotaciones, sino el 70%.
Atraídas por esa flexibilización de requisitos, las instituciones académicas andaluzas han reservado una quinta parte de su oferta a la tipología dual, concretándose en 49 títulos: 30 grados, 18 másteres y un doctorado. La formación dual combina la enseñanza en campus y en empresas y se aplicará por primera vez en Andalucía buscando favorecer la empleabilidad del estudiantado. La mención dual contempla la posibilidad de que el estudiantado complete su proceso educativo con una actividad retribuida en una empresa o institución mediante un contrato de formación en alternancia, de acuerdo con la ley laboral. Esta medida tiene como finalidad facilitar su incorporación adecuada al tejido productivo y garantiza personal cualificado a sectores que lo necesiten, además de un acceso
más fácil a un primer puesto de trabajo.
La modalidad interuniversitaria también ha captado el interés entre las institucionales académicas, ya que han incluido un total de 84 titulaciones (34,28%), siendo mayoritarios los másteres, con 64, seguidos de grados y doctorados, con diez en cada categoría. Estos estudios implican a dos o más universidades con el fin de potenciar los vínculos y la colaboración docente entre ellas, promoviendo la movilidad de estudiantes a favor de una formación más integral y contribuyendo a la excelencia de la educación superior.
Por su parte, la proyección internacional acapara 28 títulos, un 11,42% del global, en su mayoría propuestos en colaboración con otros campus europeos, en el marco de las Universidades Europeas, que son alianzas estratégicas de centros de enseñanza superior en materia de educación y de I+D+I. El Ejecutivo autonómico sitúa a la internacionalización entre sus objetivos nucleares por las oportunidades que ofrece para mejorar la calidad del aprendizaje académico, la docencia, la investigación, la transferencia y la innovación. De hecho, en el decreto de ordenación de enseñanzas se establece que las titulaciones conjuntas en el marco del programa de Universidades Europeas de la Comisión Europea o en el cualquier otro convenio serán tenidas en cuenta en la implantación de carreras.
Momento crucial para actualizar el mapa académico andaluz
Desde hace una década, las universidades del panorama nacional han tenido la oportunidad de tomarle el puso a las necesidades del mercado, de las empresas, del alumnado y de la sociedad en general para ajustar su oferta académica. Andalucía afronta ahora, 13 años después, esta etapa decisiva de renovación tras la aprobación de su decreto de ordenación de enseñanzas, que da vía libre a la reestructuración de títulos. La ausencia de planificación ha producido una concentración de titulaciones en determinadas ramas de conocimiento o la inexistencia de carreras que atendiesen a las nuevas demandas de profesionales cualificados.
A partir del curso 2025/26
Una vez realizada una primera selección, ésta se consensuará con los rectores para tener la programación en mayo, de forma que la nueva oferta académica esté lista en 2025, después de superarse los correspondientes procesos de verificación de los títulos. Antes de autorizar esta fase de verificación, la Consejería deberá entonces aplicar otros criterios de exigencia como la suficiencia financiera y de recursos de personal e infraestructuras de las universidades. La planificación tendrá una vigencia de cuatro años, con posibilidad de revisión cada dos, y las carreras contenidas en ella se implantarán entre los cursos 2025/2026 y 2028/2029.