Un estudio experimental llevado a cabo en la Universidad de Alicante logra tomates de la variedad Daniela con un aumento superior al 40% en su contenido en antioxidantes, en concreto en licopeno, flavonoides, antocianos y vitamina C, lo que supone, un aumento en la calidad nutricional de dichos frutos.
La inclusión en la dieta diaria de estos tomates podría contribuir a prevenir el riesgo de ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Aunque las investigaciones están en sus inicios se trataría de obtener de una forma relativamente sencilla productos hortofrutícolas con propiedades nutracéticas.
El experimento ha constatado que la irradiación de frutos de tomate con luz ultravioleta tipo C, además de tener un efecto germicida, disminuyendo la carga de los organismos patógenos del fruto, también puede aumentar significativamente la calidad nutricional.
Trabajo de la UA
Estos son algunos de los resultados que se concluyen del trabajo de fin de grado (TFG) “Efecto de la radiación UV-C en el contenido de antioxidantes en tomate (Solanum lycopersicum L.) variedad ‘Daniela’”, elaborado por la estudiante del grado en Biología de la Universidad de Alicante Ana Casino Pesudo. Este trabajo experimental fue elegido por la alumna tras la propuesta hecha por su profesora y tutora Mar Cerdán. El estudio y sus conclusiones se ha presentado hoy jueves 20 de julio de 2017 en la Facultad de Ciencias de la UA.
Casino resuelve que, tras la irradiación de los tomates con luz ultravioleta C, no se produce ninguna alteración de los parámetros organolépticos del fruto como son el color, peso o dureza, para ninguna de las dosis irradiadas. Sí aumenta el contenido en sólidos solubles, parámetro que está relacionado con el dulzor del fruto y además disminuye la acidez valorable, lo que tiene como resultado tomates más dulces y probablemente con una mayor aceptación por parte del consumidor.
Varios factores han fundamentado este estudio. Por un lado, y como explica Mar Cerdán, investigadora en el Departamento de Agroquímica y Bioquímica, “cada vez se están buscando técnicas de conservación postcosecha que permitan disminuir la carga de organismos patógenos del producto sin que dejen residuos en el mismo”. A esta demanda hay que añadir que la normativa europea limita el uso de fitosanitarios de síntesis en productos hortofrutícolas procedentes de la agricultura ecológica. Y, por otro lado, cada vez hay más demanda, sobre todo desde Europa, de este tipo de alimentos “residuo cero”.
Propiedades germicidas
Aunque esta técnica de conservación postcosecha se encuentra en fase de investigación, las investigaciones encuentran que resulta efectiva en cuanto a control de microrganismos patógenos, debido a sus propiedades germicidas y en cuanto a control del proceso de maduración del fruto. A esto se ha de añadir el incremento de la calidad nutricional de los frutos.
En la actualidad las actividades de investigación se están haciendo en frutos rojos y productos de cuarta gama. Las investigadoras pensaron en usar algún hortícola y escogieron el tomate, en concreto, la variedad Daniela, “por ser un tipo de tomate muy comercial” especifica la tutora de Casino. “Se trata de un tomate de larga vida que permite la exportación”, indicó.
“El tomate estudiado contiene mayores niveles de licopeno, antioxidante que su ingesta diaria puede prevenir algunos tipos de cánceres y de enfermedades cardiovasculares”, afirma la profesora. Cerdán ha manifestado su intención de publicar este trabajo experimental después de la defensa de hoy jueves. Tras los resultados obtenidos se abre la posibilidad a que el estudio sea un posible punto de partida de una nueva línea de investigación del grupo Química agrícola al que pertenece Mar Cerdán.
Estudio en otras variedades
El objetivo del estudio ha sido determinar si la irradiación de tomates variedad “Daniela” con luz ultravioleta C a determinadas dosis podría mejorar las propiedades nutricionales de estos frutos, concretamente su contenido en antioxidantes, sin alterar los parámetros organolépticos ni provocar daños visuales en los mismos.
En general los resultados muestran que de todas las dosis de radiación UV-C empleadas en este estudio (0,25 -10 kJ/m2), la más efectiva para incrementar la calidad nutricional del tomate variedad Daniela fue la de 1 kJ/m2, observando que los tomates sometidos a esta dosis de radiación presentaban un mayor contenido en vitamina C, licopeno, flavonoides, antocianos y compuestos fenólicos. Este aumento en el contenido de antioxidantes podría deberse a la incidencia de la luz UV-C sobre los procesos de síntesis de estos compuestos.
Mar Cerdán confirma que van a seguir trabajando en otras variedades de tomates comerciales y en otros cultivos para ver cómo responden. Los próximos estudios irán dirigidos a comprobar si esa dosis es adecuada para otras variedades de tomate y, en caso de que así sea, extrapolarlo a otros productos hortofrutícolas.