Desde el próximo curso, alumnos que comiencen y finalicen sus estudios en la Universidad contarán con un tutor personalizado que les guiará bien en sus primeros pasos en el campus para los de 1º de Grado, bien a la hora de aconsejarles salidas profesionales para los que estén a punto de terminar la carrera. Más adelante, se realizará la transición a los alumnos de segundo y tercero de Grado, completándose así el programa de tutorización que se va a implantar en la Universidad de Almería. Este tema fue abordado, ayer, en las VII Jornadas de Innovación Docente celebradas en la UAL. Las sesiones, que se llevan celebrando de forma ininterrumpida desde 2006 y que tratan aspectos relacionados con la calidad de la enseñanza universitaria y las experiencias de innovación en la docencia, han servido para poner sobre la mesa este asunto.
Hasta ahora, como ha explicado el vicerrector de Profesorado y Ordenación Académica, Juan José Carrión, la tutoría era considerada una ayuda a las dificultades de aprendizaje que podían representar las distintas asignaturas. A partir de este momento, la tutorización pasa a ser un concepto más amplio, extenso, ambicioso y moderno, que significará que cuando los alumnos lleguen a la Universidad tendrán un tutor que les acompañará a lo largo de toda su carrera hasta que se gradúen. “Sabemos que es un momento complicado para cambiar conductas profesionales, pero cuando el momento sea bueno, la gente estará formada. A ello contribuyen estas jornadas y los cursos que se llevan realizando desde hace ya dos años”, ha explicado Carrión.
La idea es que un profesor esté con un máximo de quince o veinte alumnos en las carreras más numerosas. En otros grados, señala Carrión, se podría estar incluso a tutor por alumno. En grados con un alumnado más numeroso, como el caso de Derecho, Económicas o Magisterio, lo que se pretende es una implantación progresiva para que cada profesor tenga como máximo cinco alumnos en cada curso. Como detalla el responsable del vicerrectorado de Profesorado de la UAL, ese tutor acompañaría cada año a finalizar a cinco alumnos e incorporaría a otros cinco. “El alumno ya sabría que cualquier dificultad puede consultarla y abordarla con ese tutor puesto que las tareas están definidas para cada año”, señala.
En la UAL hay facultades que antes de que hubiera un plan de universidad ya pusieron en marcha experiencias piloto de este tipo. Tal es el caso de las anteriores Facultades de Psicología, Ciencias de la Salud o Escuela Superior de Ingeniería. El año pasado también hubo en la Facultad de Ciencias de la Educación otra experiencia parecida. “Son procesos que aunque los escribas en las normas, tienen que ir calando lentamente y hay que verlos con perspectiva. Hay que crear una cultura de colaboración pero siempre pensando que esto es un proceso, no que tendrán tutor aquellos estudiantes que tengan la suerte de encontrarse con un profesor voluntario. Es un derecho y lo mismo que hay garantía de clase, habrá garantía de tutor”.
El proceso comenzará el próximo curso con alumnos de primero y cuarto de Grado, dejando para más adelante la transición de segundo y tercero.