Cosentino se ha fijado una vez más en el talento que genera la Universidad de Almería, dándole en esta ocasión una vía para mostrarse en forma de ‘hackathon’ con el I Reto Cosentino-Escuela de Ingeniería de la UAL, para dar respuesta a problemas reales expuestos por la multinacional.
El hackathon estuvo abierto al alumnado de 3º y 4º de Grado y de Máster de la Escuela Superior de Ingeniería (ESI), si bien dio la posibilidad a estudiantes de otras facultades para completar las habilidades de cada grupo, formado por cinco integrantes cada uno de ellos.
El equipo ganador fue ‘El Búnker’, formado por Luis Francisco Simón, de Ingeniería Química Industrial, José Antonio Simón y Vicente Manuel del Moral, de Ingeniería Mecánica, Francisco Adalid, de Ingeniería Eléctrica, y Juan Diego Quiles, del Máster de Ingeniería Agronómica.
El premio consistió en una plaza en el Seminario de la Fundación Eduarda Justo de Líderes del Futuro 2024, un cheque de 200 € y el Trofeo I Reto Cosentino, elaborado con los materiales habituales de la multinacional. Además, se es directamente finalista en el proceso de selección Ingenia e Impulsa 2024 y en el DUAL.
José Antonio Simón ha ejercido de portavoz del equipo ganador para reconocer que “ha sido un orgullo habernos enfrentado a este reto y haberlo solventado bien, y poder dejar en buena estima la formación que nos ha dado la ESI”, de mod textual. Más en concreto, “han sido cuatro tipos de desafíos que se presentan en la fábrica, uno la detección en un fallo en una plancha de Silestone y dar una solución para que no se produzca, retos de optimizar los tiempos de limpieza y mantenimiento de maquinaria, el tratado de corte de algunas piezas y la digitalización de varios procesos”. El secreto de su victoria ha estado también en “hacer piña siempre y trabajar muy bien a una”, y su estrategia se ha basado en “afrontar primero los problemas más difíciles porque sabíamos que el sueño podía pesar después, y así tratar a última hora de la noche los flecos que quedasen”.
Han formado el jurado José Domingo Álvarez, director del Secretariado de Smart-Campus del Vicerrectorado de Transformación Digital e Infraestructuras, pero además profesor del Área de Ingeniería de Sistemas y Automática, Alfredo Alcayde, subdirector de Industriales, y Rafael Guirado, subdirector de Informática, los tres por parte de la Escuela Superior de Ingeniería, junto a Juan José Galera, director del Departamento de Automática y Robótica de Cosentino y Julio Durán, de People – Recursos Humanos también de la multinacional almeriense. Como parte del equipo de Cosentino han sido esenciales en el desarrollo de este reto, con un contacto directo y permanente con los participantes, Ana Silvia Navarro y María José Sánchez.
José Domingo Álvarez ha puesto en valor la ocasión que ha supuesto de “poder tener contacto con problemas reales que tienen las empresas, con algo que se van a encontrar en breve cuando salgan al mercado laboral, y por eso es muy importante para ellos”. En cuando a la respuesta del alumnado, Alfredo Alcayde ha destacado que “desde el día que se hizo la visita a Cosentino el pasado día 15 empezaron a hacer muchas preguntas y se inscribieron algunos más, y la experiencia ha sido fenomenal, estando muy motivados, y se veía que estaban emocionados al entrar en las aulas de brainstorming, trabajando en grupo, sin preocuparse por no dormir esa noche, sino centrados en hacer el reto, contestando a las cuatro preguntas con éxito”. Rafael Guirado ha destacado que “Cosentino y otras empresas locales, con este tipo de retos, hacen que los alumnos cambien un fin de semana de fiesta a venir a trabajar, y eso dice mucho del interés que tienen los estudiantes, y seguro que en la próximas ediciones habrá incluso más participación”.
Por parte de Cosentino, el equipo desplazado al campus ha dado claves muy interesantes para confirmar que “este reto ha superado las expectativas con creces, desde la colaboración de la Escuela Superior de Ingeniería, de la que hemos tenido mucho apoyo desde el ‘minuto cero’ y un gran compromiso durante el desarrollo, a la participación de los alumnos, por cómo se han comprometido con el proyecto, cómo lo han luchado, cómo han demostrado las capacidades y habilidades que tienen, cómo se han esforzado incluidos los de primero y segundo de carrera, cómo han compartido y trabajado en equipo…”. Así lo ha explicado Ana Silvia Navarro, quien ha ensalzado “la capacidad y la calidad, y sobre todo con la calidad humana, porque ha habido personas excepcionales”.
Julio Durán ha ratificado que los retos son reales: “El objetivo del caso práctico es ese precisamente, plantear casos reales que sí que ocurren a día de hoy en Cosentino, casos que incluso todavía no se han logrado resolver y sobre los que se continúa trabajando, y lo que buscábamos es tener esa visión de gente con aire fresco, una oportunidad de ayudarnos a tener otro punto de vista, y cierto es que nos llevamos una muy buena impresión de las ideas, de la originalidad en algunas de las respuestas”. María José Sánchez se ha centrado en que esto es un inicio: “Ojalá que se pueda repetir muchos años, dado el éxito que ha sido”. Navarro ha finalizado a su vez con una ratificación de la apuesta de Cosentino por la UAL: “Estamos muy orgullosos de la Universidad de Almería y de los jóvenes almerienses, y podemos decir que más del 55% de los participantes en nuestros planes son estudiantes de aquí”.
En ese sentido, la web del reto incide en que “más allá de la competencia”, este “sirve como una vitrina para los estudiantes ante la empresa, que está en constante búsqueda de captar jóvenes talentos a través de sus programas como Ingenia e Impulsa”, o también de “colaboraciones académico-profesionales como Dual-UAL”. En definitiva, alumnado, universidad y empresa han interactuado y puesto en juego sus conocimientos y habilidades y competencias. Los participantes han contado con el apoyo de ‘facilitadores’ a lo largo del evento, que han aportado dinámicas y metodologías hacia las soluciones colectivas, se ha asignado a cada grupo una ‘sala brainstorming’ como centro de trabajo y se han realizado ‘sesiones de feedback’ como un modo de interactuación.