Los suelos pierden carbono: este es el motivo

El carbono almacenado en el suelo es el reservorio más importante del planeta y juega un papel esencial en apoyar múltiples servicios ecosistémicos que favorecen el bienestar humano, desde la productividad primaria hasta la producción de alimentos. El Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico (BioFunLab) del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participa en un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature Climate Change en el que se demuestra que los suelos pierden carbono y se aclara el motivo.

Los suelos sufren los estresores introducidos por el cambio climático.

En las últimas décadas, se han llevado a cabo numerosos estudios que han proporcionado valiosa información sobre cómo diferentes factores de cambio global, tanto climáticos como antropogénicos, están relacionados positiva y negativamente con el contenido de carbono. Sin embargo, estos factores, como los incrementos de la aridez o las actividades antropogénicas relacionadas con la fertilización, han sido estudiados individualmente. Hasta ahora, la relación entre un creciente número de factores de cambio global que actúan simultáneamente a diferentes niveles de estrés y el contenido de carbono era desconocida.

A qué se debe la pérdida de carbono en los suelos

“Nuestros resultados mostraron que incrementar el número de factores de cambio global podría resultar en reducciones drásticas del contenido de carbono. De hecho, nuestro estudio mostró que incluso un pequeño incremento en el número de factores de cambio global que superan un nivel intermedio de estrés ya es suficiente para tener un impacto negativo sobre los niveles de carbono del suelo. Estos resultados son de gran interés porque demuestran que considerar el número de factores de cambio globales estresando nuestros suelos es una herramienta poderosa para predecir el almacenamiento de carbono en los ecosistemas terrestres en un contexto de cambio global” indica Manuel Delgado Baquerizo, Investigador Líder del Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico (BioFunLab) del IRNAS-CSIC.

“La realidad es que nos enfrentamos a un mundo estresante, donde los factores de cambio global no son aislados. Los últimos informes indican una desertificación más extendida, registros cada vez mayores en los máximos de temperatura, y un número cada vez mayor de casos de incendios. Nuestro objetivo fue establecer cómo esta realidad influye en el contenido de carbono a escala mundial y proporcionar evidencias científicas que podrían pasarse por alto si consideramos los motores del cambio global individualmente”, indica Tadeo Sáez, primer autor e investigador de la Universidad Pablo de Olavide.

Los investigadores enfocaron su estudio en regiones del planeta con distintas condiciones climáticas (tropical, árido y polar) y tipos de vegetación (tundra, praderas y bosques tropicales), incluyendo un máximo de 13 factores de cambio global.

Dónde se registran las pérdidas de carbono más importantes

El estudio también realizó mapas globales para indicar las regiones que sufren un mayor número de factores de cambio global que actúan simultáneamente. “Desafortunadamente, las regiones con condiciones climáticas más duras, caracterizadas por altas temperaturas y mínimas precipitaciones, están expuestas a un mayor número de factores de cambio global. Algunas regiones como el oeste de Estados Unidos y el África sahariana podrían centrar sus esfuerzos en soluciones climáticas naturales como la restauración de la vegetación natural y mejorar el rendimiento de los cultivos para contrarrestar los efectos del número de factores de cambio global, pero se necesitan futuras investigaciones para apoyar estas hipótesis”, explica Antonio Gallardo, Catedrático de la Universidad Pablo de Olavide.

Un mundo con las estresantes ambientales resultará en un menor contenido de carbono en nuestros suelos. “Los suelos nos ayudan a regular el clima del planeta, y son importantes herramientas para mitigar el cambio climático. Nuestro estudio resalta la necesidad de conservarlos y de reducir los múltiples estresantes que los amenazan” finaliza Delgado Baquerizo.