Se estima que los primeros robots humanoides aparecerán en el mercado en un plazo de 10 a 15 años y que posiblemente en 2027, es decir, dentro de 15 años, se producirá la primera explosión de este tipo de robots androides en ambientes domésticos como un objeto de lujo. Tendrá que pasar más tiempo aún para que se conviertan en un producto asequible para todo el mundo. “Creemos que será una introducción similar a la que tuvo el teléfono móvil en su día”, ha explicado esta mañana el profesor de RoboticsLab de la Universidad Carlos III de Madrid, Carlos Balaguer, y uno de los mayores expertos nacionales en robots humanoides. Balaguer trabaja en la actualidad en la investigación de robots asistenciales y robots humanoides. El objetivo –“hay que trabajar mucho, durante muchos años, con una visión de lograr objetivos muy a largo plazo”, señalaba-, es diseñar robots que repliquen al cuerpo humano y que puedan ser iguales que nosotros, como los androides de las películas de ciencias-ficción. Es decir, a escala natural y con unas habilidades parecidas a las nuestras.
Para Balaguer, los robots humanoides nos pueden ayudar a mejorar nuestra calidad de vida. Un estudio reciente realizado en Italia preguntó sobre las tareas más aburridas para los humanos. Hacer la cama, fregar los platos o planchar la ropa estaban entre las más tediosas. “Si alguien hace la cama por nosotros y ese tiempo lo dedicamos a nuestro ocio, eso mejorará nuestra calidad de vida”, decía hoy este profesor de la Universidad Carlos III. En la actualidad, en los laboratorios ya hay muchos prototipos de robots que hacen este tipo de tareas. El siguiente paso será que toda esa investigación se transfiera al mercado, que haya empresas dispuestas a comercializar estos robots y que su precio sea asequible.
España es uno de los países punteros en robótica y está clasificado por EURON (la Red Europea de Robótica) en tercer lugar a nivel europeo, solo después de Alemania y Francia. Esa buena posición ha permitido que seis grupos de investigación españoles participen en el mayor proyecto robótico que se va a lanzar en Europa, asemejado al programa Apolo americano, que cuenta con una inversión de 1.000 millones de euros. De esos seis grupos de investigación, cuatro están en comités y son líderes y co-líderes de diferentes líneas de investigación. La Universidad Carlos III forma parte, por ejemplo, del grupo de desarrollo de cuerpos humanos, denominado “embodiment” y lidera esta iniciativa a nivel europeo. Sin embargo, según explicaba hoy Carlos Balaguer, los recortes en I+D van a influir negativamente. “Es una pena que perdamos este liderazgo que tenemos en algunos temas y que los gobiernos, tanto nacionales como autonómicos, no vean que es una oportunidad perdida porque a largo plazo no se podrá recuperar ese conocimiento”, apuntaba.
En cuanto a los robots que se usan en rehabilitación o para aplicaciones médicas hay algunos que están teniendo mucho éxito. Por ejemplo, el robot “Da Vinci”, utilizado ya en 500 hospitales de Estados Unidos. Utilizado para operaciones laparoscópicas de próstata o colon, su uso ha mejorado la calidad de la intervención por varios motivos: el robot está programado para ser lo menos invasivo posible, está dotado de sistemas de visión y dado que no influye ni el cansancio ni el estado anímico del cirujano, todas las operaciones que realiza el “Da Vinci” son estándar, lo que implica que mejora la calidad de la operación y el tiempo de rehabilitación es mucho menor.
Otro caso parecido es el del robot japonés HAL, cuyo precio estimado es de 2.000 dólares al día. Poco dinero, afirmaba esta mañana Carlos Balaguer, para un hospital si se considera que este robot trabaja ininterrumpidamente 12 horas haciendo rehabilitación de pacientes, de la mañana a la noche.
Con las ponencias de este experto ha concluido este mediodía el curso “El presente de la robótica”, que ha analizado desde los robots aéreos, las aplicaciones de la telerrobótica, los robots sociales y la interacción que se produce entre el hombre y el robot, los avances en robótica agrícola, en la construcción o en la exploración y también la robótica educativa. El curso ha estado dirigido por los profesores Francisco Rodríguez y Antonio Giménez, del grupo Automática, Electrónica y Robótica de la UAL.
