Pedro Molina, ha señalado hoy que lo sucedido ayer en Madrid, cuando 70 rectores de universidades españolas decidieron no asistir a la reunión convocada por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, surgió ante lo que los máximos responsables de las universidades españolas consideran una situación “insólita”: que el ministro no atendiera la solicitud de convocar un Consejo de Universidades Extraordinario tal como habían solicitado 59 rectores firmantes de esa petición (cumpliendo con el porcentaje establecido en el Reglamento del Consejo de Universidades) y, sin embargo, sí fijara la celebración de una reunión ordinaria del Consejo de Universidades pero sin incluir en el orden del día el apartado preceptivo de “Ruegos y Preguntas” –como así señala la Ley de Procedimiento Administrativo- para evitar el debate sobre el Real Decreto-Ley 12/2012 de 20 de abril, de medidas de ajuste en las universidades.
Según apuntaba Molina esta mañana, es “totalmente falso” que la ausencia de los rectores del encuentro de ayer ponga en riesgo la aprobación de becas: “Ha sido el propio ministro quien ha provocado una confrontación no deseada. Solo se le pedía hablar y dialogar sobre el Real Decreto. Nadie se esperaba ese desplante, ese desprecio y esa falta de atención a las universidades. Es algo insólito. En las universidades estamos perplejos y muy preocupados con su comportamiento”.
Para el rector de la UAL, el Real Decreto aprobado por el Gobierno es de difícil compresión y, por tanto, de muy compleja aplicación. Por ejemplo, la medida de trabajo de los profesores está expresada en términos que legalmente solo valen para medir el rendimiento de los estudiantes, con lo que existen serias dificultades para saber cómo aplicar la normativa que, por otra parte, prevé un desarrollo reglamentario sobre el que se carece de información.
Molina señala que los rectores querían saber cómo se van a subsanar las dificultades técnicas del decreto para que así las universidades se puedan poner de acuerdo sobre su aplicación. Esa fue la única razón de la petición de un Consejo de Universidades de carácter extraordinario. “El decreto se ha aprobado sin que haya habido ningún tipo de audiencia con las universidades que, por otra parte, es preceptiva. No entendemos las razones del ministro para desprestigiar sistemáticamente a las universidades. No ha aceptado el diálogo y, además, informa de manera incorrecta, sesgada y prepotente, dando lugar a una lamentable confusión de los ciudadanos que consideran a la universidad como la institución mejor valorada”, decía.
La decisión de no asistir ayer a la reunión con José Ignacio Wert fue tomada por unanimidad por los rectores de 70 universidades españolas, entre ellas, 27 universidades privadas. Para Molina, “hemos tenido muy mala suerte con este ministro de Educación, que no reconoce el papel que estas instituciones tienen en el desarrollo de nuestro país, que ha sido fundamental, y que menosprecia una parte muy importante de su ministerio como es la educación superior. Eso, en ningún país de nuestro entorno, podría suceder”.
El rector de la Universidad de Almería destaca que no se sabe qué puede pasar a partir de ahora. “Wert ha obligado a los rectores a utilizar el Reglamento del Consejo de Universidades para exigir una convocatoria extraordinaria al Gobierno porque todas las peticiones que se han hecho desde la Conferencia de Rectores han sido contestadas en términos de rechazo, desinterés y descortesía. Las universidades solo pretenden que la oferta de diálogo y acuerdo de la que hace gala permanentemente el ministro sea una realidad por el bien de todos”.
El Real Decreto de medidas urgentes de racionalización del gasto educativo, aprobado por el Gobierno el pasado 20 de abril, contempla, entre otras medidas, un aumento de las tasas universitarias o la regulación de la gestión financiera de las universidades y del régimen laboral del profesorado funcionario, olvidando a los profesores contratados.
