A una semana para el comienzo del curso, la situación es casi insostenible en muchas de las universidades andaluzas. Las cuentas no salen y no cuadran porque los campus no han recibido el dinero de la Administración autonómica, una situación que ahoga no sólo a las propias universidades, sino también a los cientos de empresas que prestan sus servicios a las universidades.
La reclamación no es nueva; el pasado mes de julio, los rectores solicitaron a la Junta un plan de pagos para terminar con los 750 millones que les debe la Administración andaluza. Sin embargo, el plan no vio la luz y la situación en los campus pasa de delicada a desesperante.
Un ejemplo de esto está en la Universidad de Almería, que según algunos proveedores, lleva sin hacer frente a facturas desde el pasado marzo. Muchos de estos cargos proceden de servicios contratados por las facultades, sin embargo, algunos decanos han informado a Novapolis.es que sus cuentas están saneadas y que ordenan el pago de sus facturas en el tiempo acordado con los proveedores. El problema es que el atasco se produce en órganos superiores de la Universidad, que son los que al final realizan los pagos.
Los rectores tienen puestas sus esperanzas en la reunión de hoy, de la que esperan obtener un acuerdo que saque a los campus del pozo en el que se encuentran.