Los percebeiros tendrán que cambiar su forma de trabajo para mantener sana la población de percebes

Los percebes se convierten en uno de los manjares más preciados, y también caros, de las cenas navideñas. Este crustáceo lleva recolectándose siglos con una técnica que apenas ha cambiado, si acaso, lo han hecho las herramientas. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Oviedo (UNIOVI) plantean una serie de transformaciones en el trabajo de los percebeiros para que la actividad sea más sostenible y se garantice la recuperación de las poblaciones tras los trabajos de pesca.

Investigadores de la Universidad de Oviedo y del Observatorio Marino de Asturias han revelado el papel clave de los ejemplares adultos de los percebes que permanecen adheridos en las rocas para la recuperación de sus poblaciones en aquellas zonas que sufren cierres preventivos debido al agotamiento de este recurso pesquero. El estudio, realizado por un equipo internacional que abarca todo el Arco Atlántico, ha sido liderado por Víctor Gómez y dirigido por José Luis Acuña, investigadores del Observatorio Marino de Asturias en la Universidad de Oviedo. Sus hallazgos acaban de ser publicados en Reviews in Fish Biology and Fisheries, una revista de prestigio en su área del conocimiento.

Qué cambios tendrán que realizar los percebeiros en su forma de trabajo

Los percebeiros tendrán que introducir un cambio fundamental en su manera de trabajar, para mantener sanos los caladeros de este crustáceo. Los investigadores explican que la recolección sostenible de percebe debería dejar adultos dispersos sobre las rocas para facilitar la recuperación de la población. Una posible forma es utilizar herramientas (bistronzas, raspas, rasquetas) más selectivas y estrechas. “Sugerimos establecer un ancho de herramienta de menos de 3,5 cm para minimizar la captura de individuos por debajo del tamaño comercial. Esta forma selectiva de recolección con rasquetas estrechas ha sido aplicada tradicionalmente con éxito por algunas cofradías de Galicia”, concluyen los autores del estudio.

El equipo científico ha seguido el proceso de recuperación de poblaciones de percebes (Pollicipes pollicipes) en la costa suroeste de Europa durante cuatro años, lo que ha permitido confirmar la importancia de dejar percebe en las rocas para la recuperación del recurso. José Luis Acuña, catedrático de Ecología de la Universidad de Oviedo, explica que las larvas pelágicas de los percebes, que nadan libremente, se fijan sobre los pies de los adultos que quedan en las rocas, que parecen ofrecer un hábitat más favorable para su crecimiento y supervivencia.

“Si no hay adultos en las rocas, a las larvas no les queda otro remedio que fijarse sobre la superficie desnuda de la roca o sobre otros organismos, que ofrecen un entorno menos propicio”, indica. “Este fenómeno ha sido identificado como una debilidad de la pesquería: si se retiran todos los adultos de las rocas, las larvas pierden el sustrato principal de reclutamiento, lo que dificulta la recuperación de las poblaciones”, añade el investigador.

¿Cómo contribuye a la recuperación de la especie tras la pesca?

“Descubrimos que más del 90% de los huecos que dejan en las rocas los perceberos tras la extracción inician la recuperación en menos de seis meses si se dejan algunos adultos en su periferia”, indica el investigador Víctor Gómez. “En contraste, si no se dejan adultos en la periferia, esta cifra cae a un 25%, y un 40% de los huecos siguen sin regenerar tras más de 4 años”, añade. Una vez iniciada la recuperación, el piño de percebe crece a un ritmo de 0,5 cm2/mes en ausencia de adultos, y hasta 2,54 cm2/mes cuando los huecos explotados están en contacto con muchos adultos.

El estudio ha analizado en el tiempo la recuperación de más de 500 huecos vacíos dejados en la roca tras extraer el percebe y ha revelado que la recuperación de esos huecos es más lenta de lo esperado. La mitad de los huecos no mostraron signos de recolonización después de 3,5 años. El 50% de los que mostraron cierta recuperación tardarían más de 2,5 años en recolonizar completamente la superficie, y el 21,5% más de seis años. Además, el que se inicie la recuperación depende en gran medida de la presencia de adultos.

Por qué se deben dejar percebes adultos sobre las rocas

El estudio implica que la eliminación de todos los percebes adultos de las rocas -y también otros cirrípedos, mejillones y algas coralinas- retrasará de manera crítica la recuperación de sus poblaciones, con un impacto negativo en la pesquería. Esto es exactamente lo que ocurre cuando se explota toda la superficie de la roca para obtener semilla para las bateas de mejillón en Galicia. Si la eliminación de la semilla de mejillón se repite durante años sucesivos, esto conducirá inevitablemente a un reinicio repetido del proceso de colonización y a una reducción crónica de la población de percebes. Además, con frecuencia, los perceberos retiran los últimos adultos aislados en las rocas, porque estos individuos alcanzan un precio de venta más alto. Esta situación nuevamente deja una superficie de roca desnuda más refractaria a la recolonización.

El Proyecto PERCEBES (Herramientas para la gestión espacial de los recursos costeros: la pesquería de percebe en el suroeste de Europa) fue promovido por la UE ERANET BIODIVERSA en coordinación con las agencias nacionales de financiación científica española, francesa y portuguesa. Fue coordinado por la Universidad de Oviedo (España), con la participación de las Universidades de la Sorbona (Francia), Vigo (España), Aveiro y Évora (Portugal) y la escuela de ingeniería ENSTA Bretagne (Francia).