Investigadoras del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación y del Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal de la Universidad de Granada han demostrado cómo la práctica musical, concretamente la improvisación, produce beneficios en la niñez relacionados con el desarrollo del pensamiento creativo.
El estudio, encabezado por la profesora Helena Chacón-López junto a la doctoranda Laura Navarro Ramón, pone en valor la improvisación musical como estrategia didáctica.
Las investigadoras han puesto en marcha un taller con 17 niños de 8 a 11 años en el que han trabajado la improvisación musical a través de clases individuales y colectivas. “La metodología del taller ha sido proactiva, creando espacios psicológicamente seguros que favorecen la participación, la interacción y la motivación”, explican Helena Chacón-López y Laura Navarro Ramón.
Los principales resultados del estudio demuestran el desarrollo del pensamiento creativo de todos los participantes. La duración de las improvisaciones en la evaluación final del taller ha sido, de media, más del doble que en la evaluación inicial. La originalidad musical, entendida como propuestas inusuales e innovadoras de los niños, así como la sintaxis, que representa la lógica musical expresada, han sido los factores que más se han optimizado a través de la improvisación.
“Sin embargo, resulta relevante la variabilidad en el desarrollo creativo de los participantes, mostrando diferentes grados de evolución que apuntan a la complejidad del paradigma de la creatividad musical y a cómo cada niño desarrolla de forma diferente sus habilidades”, detallan Chacón-López y Navarro Ramón.
Algunas de las implicaciones que emergen de este trabajo tienen carácter educativo, ya que las autoras de la investigación concluyen que la improvisación musical, como herramienta didáctica, desarrolla el pensamiento creativo. “La mejor definición de creatividad para los niños es aquella que contempla la experiencia creativa como una actividad cotidiana posible para todos. La improvisación como práctica colectiva impulsa la motivación, además, el contexto en el que se desenvuelve la educación para el impulso creativo es muy importante”, exponen las investigadoras.
Uso pionero de la prueba de Peter Webster
Los participantes han realizado, antes y después del taller, una reconocida prueba para la evaluación del pensamiento creativo en música diseñada por el investigador Peter Webster. Es la primera vez que se utiliza en España esta metodología, consistente en un test en el que a través de un piano, un temple bock, un micrófono con su amplificador y una pequeña pelota se evalúa el pensamiento creativo de los niños según cuatro factores: extensión, flexibilidad, originalidad y sintaxis musical.
Esta investigación forma parte de una Tesis Doctoral dirigida por los profesores José Luis Aróstegui Plaza (Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal) y Helena Chacón-López (Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación), de diseño mixto, donde la investigación cuantitativa y cualitativa se complementan; y se estudia el desarrollo del pensamiento creativo desde una doble aproximación psicológica y sociocultural.
Referencia bibliográfica:
Navarro Román, L. & Chacón-López, H. (2021). The impact of musical improvisation on children´s creative thinking. Thinking Skills and Creativity, 40, 1-15. https://doi.org/10.1016/j.tsc.2021.100839