Los minerales críticos protagonizan el número octavo de la revista divulgativa semestral CSIC INVESTIGA, que muestra las investigaciones desarrolladas en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),, para impulsar la exploración y la explotación, tanto en España como en Europa, de estos recursos fundamentales para el progreso tecnológico y la transición energética.

“Las materias primas fundamentales o críticas son, de acuerdo con la Comisión Europea, aquellas que son muy importantes para la economía de la UE y cuyo suministro puede verse interrumpido; en total incluyen 34 elementos, y algunas de éstas se consideran estratégicas, pues son esenciales para sectores estratégicos, como las energías renovables, ámbitos como el digital, industrial, aeroespacial y la defensa”, explica en el editorial Ana María Alonso Zarza, geóloga de la Universidad Complutense y exdirectora del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC).
“La UE pretende aumentar la explotación de sus recursos para producir al menos el 10% de las materias primas estratégicas que consume y aumentar la capacidad de procesamiento para llegar a producir al menos el 40% de consumo anual en el 2030. Dichos objetivos son realmente ambiciosos y su logro solo puede conseguirse desde el conocimiento y la investigación”, augura la geóloga.
En el CSIC, varios equipos desarrollan investigaciones para mejorar la obtención de estos preciados minerales. La sección de investigación de la revista aborda proyectos que buscan mejorar la exploración y la explotación, tanto en España como en Europa. “Nuestro país es rico en recursos minerales; si hablamos de materias críticas o fundamentales, es el segundo productor de cobre y el único de estroncio dentro de la Unión Europea”, detalla Alonso Zarza.
“Además, se produce feldespato, wolframio, silicio metal, fluorita y tántalo, y hay depósitos de antimonio, barita, bismuto, cobalto, litio y tierras raras”. Así, la revista muestra, entre otros, el trabajo de un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM-CSIC) que ha desarrollado un proceso que permite conseguir niobio y tantalio, los ingredientes básicos del preciado coltán -indispensable para dispositivos electrónicos como teléfonos móviles y videoconsolas- a partir de la escoria del estaño de la mina gallega de Penouta, en Ourense.
Explotación de residuos mineros
También muestra los estudios de equipos del IGME que rastrean minas abandonadas en España, como la mina de Golpejas, en Salamanca, cuyos residuos atesoran metales críticos como tantalio, niobio y tierras raras.
En concreto, el proyecto europeo Start, liderado por equipos del IGME, analiza minerales de tetraedritas en siete minas españolas en El Coriellu y Delfina (Asturias), Peña Negra (León), Santísima Trinidad (Teruel), Santa Filomena (Cuenca), Lanteira (Granada) y Sierrecilla (Huelva). Las tetraedritas son capaces de convertir el calor residual en electricidad, para fabricar dispositivos que aprovechen el excedente de calor emitido en procesos industriales.
Para potenciar la exploración y explotación de los recursos mineros de España, equipos del IGME colaboran en el desarrollo del futuro Programa Nacional de Exploración Minera, que buscará aumentar el conocimiento sobre las materias primas fundamentales de España y definir mapas de potencial minero para los elementos de interés que permitan descubrir nuevos depósitos minerales de estas materias.
Otra vía para la obtención de estos minerales es el reciclaje. La revista muestra la investigación de los equipos del CENIM para desarrollar tecnologías que permiten recuperar metales estratégicos de las baterías de litio de desecho del coche eléctrico, para su reutilización en otras nuevas o como materias primas en diferentes sectores productivos.
Parte de esta investigación de recuperación se lleva a cabo en su planta de reciclaje, una infraestructura pionera en Europa que empleará procesos con diferentes tecnologías, como la fusión de metales en baño fundido, para rescatar los metales de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, y fabricar aleaciones.
Transferencia al sector industrial
El conocimiento que se obtiene en los centros del CSIC también se transfiere al sector industrial. Buena muestra es el proyecto Future Fast Forward, liderado por Seat y Volkswagen, e iniciado en 2023 con ayudas del Perte (Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica) del Vehículo Eléctrico y Conectado, con el objetivo de convertir a España en un hub europeo en movilidad eléctrica.
Formado por más de 50 empresas y con una inversión prevista de 10.000 millones de euros, se trata de la mayor alianza empresarial de la historia de la automoción en España. Un equipo del CENIM colaborará en el proyecto mediante la recuperación de materias primas del motor, la batería y los circuitos electrónicos del vehículo eléctrico.
Conocimiento internacional
El CSIC, además, aporta el conocimiento de sus expertos a Europa, bien a través de su participación en proyectos del programa marco de la Comisión Europea para la Investigación y la Innovación, o bien en la definición de las políticas públicas en materias primas de la Unión Europea.
El geólogo Gerardo Herrera, geólogo del IGME y Experto Nacional Destacado en la Unidad de Industrias Energéticas Intensivas y Materias Primas de la Dirección General de Industria, Mercado Interior, Emprendimiento y Pymes de la Comisión Europea, explica en esta revista que el Reglamento de Materias Primas Críticas de la UE busca equilibrar la producción interna con el suministro exterior.
A su vez, el geólogo Fernando Tornos, del Instituto de Geociencias (IGEO), participa en varios proyectos europeos destinados a localizar depósitos de minerales críticos en la Península Ibérica que permitan a la Unión Europea garantizar su suministro ante la creciente demanda. Y la geóloga Concepción Fernández Leyva, del IGME, trabaja en el consorcio europeo Scrreen3 para dar soluciones a la Comisión Europea en relación a las materias primas fundamentales.
Fuera del continente europeo, la minería extractivista tiene un fuerte impacto en la economía y en la política. El antropólogo Emilio Santiago Muiño, del Instituto de Lengua, Literatura y Antropología (ILLA-CSIC), explica cómo impacta la extracción de minerales estratégicos en África y la Amazonia y subraya la necesidad de políticas públicas sólidas para garantizar que sea sostenible.
Dominio industrial
“Los elementos de las tierras raras son críticos para nuestra industria. Sin ellos volveríamos a la década de los 60”, subraya en la sección de Cultura Científica el investigador Ricardo Prego Reboredo, del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, autor del libro Las tierras raras, de la colección ¿Qué sabemos de?, editado por editorial La Catarata y el Área de Cultura Científica del CSIC.
“Si miramos a la industria automovilística, un coche puede tener hasta 11 kilos de tierras raras. En el campo de las energías limpias, los aerogeneradores contienen más de 250 kilos de tierras raras (praseodimio, neodimio, samario y disprosio), y las placas solares también los incorporan”, señala Prego Reboredo.
“Además, se trata de elementos estratégicos, porque resultan fundamentales para los ejércitos. Buena parte de la tecnología armamentística actual se basa en aplicaciones de los elementos de las tierras raras. En este contexto hay una frase muy clara: quien domina la minería domina la industria”, concluye.