Puesta a punto para la temporada 24/25. La plantilla del Málaga CF ha comenzado este miércoles las tradicionales pruebas médicas de forma individual. Los jugadores se someterán en los próximos días a diferentes test en el Laboratorio de Fisiología del Ejercicio y Medicina del Deporte de la Universidad de Málaga.
Entre hoy miércoles, 10 de julio, y el lunes 15 -que es cuando está previsto el primer entrenamiento de la pretemporada, a las órdenes de Pellicer, en las instalaciones de La Rosaleda- los jugadores del primer equipo masculino realizarán diferentes pruebas de esfuerzo, coordinadas bajo la supervisión de los servicios médicos del Málaga CF y los investigadores del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio y Medicina del Deporte, los profesores de la Facultad de Medicina Javier Benítez, Jerónimo García y Margarita Carrillo.
Así, se medirán en un reconocimiento físico que incluye: Análisis de composición corporal donde se ha empleado un ‘Densitómetro Dual Fotónico de Rayos X’ (DXA) para medir diferentes parámetros de la composición corporal como la masa muscular, la grasa y la densidad mineral ósea, algo fundamental en el control de la respuesta al entrenamiento de alto nivel. Electrocardiograma (ECG), donde se extrae información relevante relacionada con posibles irregularidades o morfología del corazón y sus cavidades, lo que posibilita identificar arritmias, insuficiencias cardiacas, lesiones, etc y un Test Maximal Incremental o prueba de esfuerzo con gases personalizada para ellos, en donde el futbolista corre sobre una cinta con una máscara y se extraen datos como el consumo de oxígeno, producción de dióxido de carbono, umbral aeróbico y anaeróbico.
Cuatro salas de equipamiento científico
El Laboratorio de Fisiología del Ejercicio y Medicina del Deporte de la Universidad de Málaga, dirigido por el doctor Benítez-Porres, cuenta con cuatro salas de equipamiento científico. Entre su infraestructura de referencia destaca un densitómetro de última generación para la medición de variables de composición corporal, que disminuye casi cinco veces el tiempo de evaluación del paciente –pasando de doce minutos a dos-, con un coeficiente de variación inferior al 1 por ciento (0.4%-0.7%).
Se trata de un Densitómetro Dual Fotónico de Rayos X (DXA) que se posiciona como el “estándar de oro” para medir diferentes parámetros de la composición corporal: la masa muscular, la masa grasa (incluida la grasa visceral abdominal) y la densidad mineral ósea, permitiendo realizar evaluaciones de cuerpo entero y por segmentos de pacientes de hasta 2 metros y 230 kilos –lo que lo hace adecuado para estudios con pacientes con obesidad y obesidad mórbida-, con una incidencia de radiación muy baja, de forma no invasiva, fácil uso y con resultados muy fiables.
Junto a este equipo, se dispone también de un ‘Bioimpedanciometro multisegmental’, muy indicado para estudios de composición corporal en la tercera edad al poder desplazarlo; un ‘Sistema de Análisis de Gases Portable’, para pruebas de evaluación del ejercicio cardiopulmonar y el metabolismo; un número considerable de ‘Acelerómetros triaxiales con función de análisis del sueño’, que registran niveles objetivos de actividad física y la calidad del sueño durante más de 7 días consecutivos; un ‘Encoder lineal’, para evaluar el entrenamiento de fuerza, y un sistema portátil de seguimiento de deportes de equipo que muestra los parámetros cardiacos precisos en tiempo real. Además, cuenta con un espacio de almacenamiento de muestras en frío y otro para pruebas funcionales.
Optimizar el rendimiento deportivo
El Laboratorio de la UMA donde se aloja el DXA lleva dos décadas dedicadas al estudio de la investigación de la composición corporal, la optimización del rendimiento deportivo y la implementación de mejoras en la planificación del entrenamiento y la actividad física relacionada con la salud. “La valoración de la composición corporal es fundamental en el control de la respuesta al entrenamiento, ya que cualquier cambio en la masa corporal de un deportista puede afectar a su rendimiento deportivo”, explica Benítez.
Estas instalaciones científicas de la Universidad de Málaga están al servicio de cualquier investigador, institución o deportista que lo solicite, bajo convenio de colaboración.