Desde el mismo título del curso se deja claro el interés de la temática y la necesidad de valorizar como merece, esta etapa histórica y este espacio geográfico también desde el plano de la agronomía: ‘Prosperidad de la agricultura en al-Ándalus’.
Su director, Jorge Antonio Lirola, profesor del Área de Estudios Árabes e Islámicos en la UAL y antes profesor de las universidades de El Cairo y Granada, lo ha presentado utilizando precisamente ese objetivo: “La perspectiva histórica es muy interesante, conocer de dónde venimos para saber a dónde vamos, y en ese sentido al-Ándalus es un referente fundamental, porque aquí se produjo una cohesión de los conocimientos tanto de la cultura agrícola latina como luego los orientales, que eso fue lo que trajeron los árabes, y dio lugar a una agricultura muy próspera, con una rica tradición agronómica también, concretada en numerosos tratados”.
Estos documentos “se han conservado”, pero “no son muy conocidos”, algo que se abordará en el Casino de Dalías entre los días 24 y 26 de julio. Así, esta propuesta estival será la que cierre la programación de Cursos de Verano de la Universidad de Almería, compuesta por 24 seminarios repartidos por nueve sedes por toda la provincia, incluido el municipio alpujarreño. El colofón será, por tanto, en clave histórica: “Veremos qué tradición agrícola había aquí, qué nueva tradición agrícola se trajo de Oriente, y sobre todo la introducción de cultivos muy importantes como el arroz, o nuevas técnicas para el regadío con unos sistemas de acequias…, todo lo que hay ahora es una herencia tradicional que debemos a aquella época, algo que se ve incluso en el análisis de vocabulario”.
Lirola ha desvelado que el curso “se acercará ya no solo a los tratados agronómicos en si mismos, sino también hacia los tratados jurídicos que tratan de la propiedad, de cuál era la posesión de esa propiedad, las medianías, el contrato de la parcería…, aparte de los calendarios, que también son muy interesantes, cuándo cultivar una cosa o cuándo cultivar otra”. Ha añadido que “la verdad es que estos conocimientos los sistematizaron muy bien en la época andalusí, de una forma muy didáctica y también muy concreta”. Siguiendo el hilo de los calendarios ha recordado que “muchas de esas cosas se van olvidando, porque aunque hubo una continuidad de conocimiento, en otro tipo de conocimiento hubo ruptura, sobre todo por la guerra de la Alpujarra y la expulsión de los moriscos, entonces es bueno conocerlo y actualizarlo”.
Ha abundado al respecto afirmando que “la expulsión supuso un empobrecimiento de la Península Ibérica” porque “los moriscos, de hecho, eran los conservadores de esa tradición, eran muy queridos por los señores que tenían grandes territorios que cultivar y se decía siempre que quien tenía un ‘moro’ tenía un tesoro por esa tradición, que ya no solo era agrícola, sino también en otras técnicas artesanales, como los artesanados de la iglesia, mudéjares, muy bien trabajadas porque eran muy hacendosos”. Dicho ello, ha animado a matricularse en el curso porque “esos conocimientos están ahí, pero no se han estudiado”, sumando que los ponentes son arabistas: “Conocemos la lengua árabe y accedemos a los textos árabes directamente, porque algunos de ellos no están ni bien traducidos y ha habido malinterpretaciones; luego los que colaboran han hecho sus tesis doctorales y son verdaderos especialistas en la materia, y conjugan esos conocimientos agrícolas con los conocimientos de los textos”.
Entre los ponentes ha destacado a Julia María Carabaza, catedrática de Lengua Árabe en la Universidad de Granada, a la que ha definido como “una verdadera experta en todas estas materias y también en todo lo que es la agricultura nabatea”, así como Ángel López, profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Cádiz, que “viene trabajando en el tema desde su tesis doctoral” y al que se le ha encargado poner el broche con las conclusiones finales, e igualmente a Inmaculada Camarero, profesora de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada, quien “ha trabajado todos los aspectos jurídicos y los molinos, que eran fundamentales en al-Ándalus”. El lugar, Dalías, ha sido elegido como parte fundamental del contexto: “Es un marco incomparable, ha gozado de que ha habido tradicionalmente agua, fundamental en agricultura, y se podrá ver en el territorio, ya que hay alguna salida programada a la zona de Celín, donde está el arroyo, restos de molinos, los baños, también muy queridos, dónde estaban las rábitas…”. Más información en este link https://www.ual.es/estudios/cursos-verano/oferta-de-cursos/curso/AABC3AF0-BD94-11ED-A627-ABC6F10A1181
Jorge Antonio Lirola ha dejado claro así que Dalías es perfecto “para comprender muy bien el territorio”, matizando además que desde su propio nombre “esta región ha tenido un gran interés”. Así, “la misma toponimia de Dalias se ha conservado bastante de la época andalusí, con lo cual se ve toda esa herencia, incluso de palabras, instrumentos agrícolas cuyo nombre se sigue utilizando, pero que no aparece recogido en la RAE, como por ejemplo mancaje, instrumentos que se utilizaban en esa época andalusí”. Este curso va dirigido “de una forma abierta a todo el que tenga interés en conocer la rica herencia agrícola andalusí, tanto porque esté estudiando Agronomía como que esté interesado en la historia”. Ambas cosas se unen para insistir en que “la agronomía tuvo un gran desarrollo en al-Ándalus, hasta el punto de que hubo una auténtica revolución agrícola”. En las últimas décadas, y a través fundamentalmente de arabistas que han traducido y analizado los textos conservados, se ha ampliado el conocimiento que se tiene de la geoponía andalusí. Sin embargo, los resultados de las investigaciones no han tenido toda la difusión que merecen. De ahí la organización de este curso de verano de la UAL.