Llegan a Almería con su ‘Adiós Sancho’ todavía calentito. Grabado en Tucson, Arizona, este nuevo disco de Los Coronas respira aire sureño por los cuatro costados. Es uno de sus trabajos más completos y en el que la banda señera del surf español ha dado cabida a todas sus influencias, que van desde los sonidos mediterráneos, a los del norte de México, pasando por los clásicos del rock americano. Este jueves, Los Coronas llenarán de olas la sala Madchester, que se prepara para recibir a una de las bandas más en forma del panorama nacional. El bajista del grupo, Javier Vacas, nos adelanta algo del sonido ‘coronas’.
– ¿Se puede decir que ‘Adiós Sancho’ es vuestro disco más completo?
Todos estos años tocando tanto en España como en el resto del mundo ha contribuido a que nuestra música se enriquezca con diferentes sonidos. No queríamos volver a repetirnos y de ahí la evolución. Hemos intentado incluir referencias de la música del norte de México, la música del sur de Estados Unidos, música mediterránea. Desde pequeños hemos escuchado este tipo de músicas y al final forman parte de nuestra vida. Se notan más influencias porque cada uno del grupo ha compuesto dos o tres canciones del disco, de ahí también la diversidad en el sonido.
– Y por supuesto, en este disco también está muy presente el sonido de las películas de Sergio Leone.
El spaghetti es una gran influencia para nosotros, que nos viene de las pelis que veíamos después de comer. El cine de Leone es una gran influencia para nosotros, con esas bandas sonoras compuestas por Ennio Morricone y se refleja tanto en este disco como en el anterior.
– Para grabar este disco os marchasteis hasta Tucson, Arizona, ¿qué encontráteis allí?
Grabamos en Arizona por buscar un estilo de grabación a la vieja usanza: grabar todos tocando a la vez, con material antiguo, todo analógico y grabando todos juntos en una gran sala con gente que lleva trabajando en esto treinta o cuarenta años, con grandes bandas de primera fila mundial, referencias no solo para nosotros, sino para muchas formaciones internacionales. El productor nos ofrecía confianza, estar con alguien que sabe hacer muy bien su trabajo, sin utilizar más tecnología que nuestro instrumento. Esto es lo que queríamos plasmar en este disco. La experiencia de grabarlo allí también queda reflejada en la forma de tocar y en el sonido final del disco.
– Sois una banda muy internacional, grabáis en Estados Unidos y estáis recién llegados de una gira por Australia, ¿cómo os han tratado por las antípodas?
La gira por Australia ha sido impresionante. Ha sido la mejor gira que hemos hecho hasta ahora. Nos hemos encontrado con una gran acogida por parte del público y de los medios australianos, que dieron una buena cobertura de nuestra gira. Los festivales tuvieron mucho interés en programarnos, sitios con mucho prestigio, donde estaban reunidas músicas de todo el mundo. A ellos les llamaba mucho la atención nuestro sonido, que ellos nos consideraban como una banda flamenca que hacíamos rock and roll, y nosotros les explicábamos que no, que era justamente al contrario, que éramos una banda de rock que introducíamos influencias mediterráneas. El resultado fue muy bueno.
– Os tentó el mismísimo Steve Van Zandt (E Street Band y Silvio en la mítica serie Los Soprano) y le dijisteis que no, ¿por qué?
Él se puso en contacto con nosotros y nos invitó a un concierto que daba en el Santiago Bernabéu con Bruce Springteen. Pensábamos que era para invitarnos a su programa de radio, en ningún momento pensamos que quería ficharnos. Nos propuso hacerse con todo el catálogo de Los Coronas; el pasado, el presente y el futuro. Nos animó a pensar en el mundo, en un mercado global, parecía de película. Estuvimos de negociaciones un tiempo, cerca de un año, pero no llegamos a acuerdo. Nosotros somos propietarios de todos nuestros discos, ya que siempre hemos sido independientes, y se los podíamos vender, pero, ¿a cambio de qué? Nosotros queríamos que él nos diera la oportunidad de editar nuestros discos en Estados Unidos, donde hay un mercado muy sólido para este tipo de música, y nos podía abrir la puerta para girar allí, que también es el sitio que más nos cuesta. Al no abrirnos esa posibilidad decidimos no hacerlo y grabar por nuestra cuenta, tal y como habíamos hecho con todos los trabajos anteriores.