Un estudio liderado por investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) y la Universidad Pablo de Olavide (UPO), en colaboración con 16 instituciones españolas, ha demostrado que los bosques españoles fueron capaces de recuperar rápidamente su crecimiento frente al aumento de sequías extremas durante los últimos 30 años.
La mayoría de las 16 especies de árboles analizadas en 567 bosques españoles recuperaron las tasas de crecimiento tras una sequía extrema en un plazo medio de dos años. El trabajo liderado por Antonio Gazol, investigador del IPE-CSIC, ha sido publicado recientemente bajo el título ‘Drought legacies are short, prevail in dry conifer forests and depend on growth variability’ en la revista Journal of Ecology.
El estudio centra su atención en la memoria ecológica de los ecosistemas forestales frente al efecto acumulado de fenómenos climáticos extremos y recurrentes como las sequías.
Los investigadores han mostrado cómo las consecuencias negativas de las sequías pueden prolongarse durante años, influyendo estos legados climáticos en la respuesta a largo plazo de la dinámica de muchos de los bosques de la Península Ibérica.
Para ello se analizaron datos de crecimiento radial de los árboles, a partir de la datación y medida de anchura de los anillos anuales del tronco mediante dendrocronología y datos de actividad vegetal o productividad obtenidos de imágenes de satélites tomadas durante las tres últimas décadas.