Una persona consume aproximadamente 5 gramos de plásticos por semana, es decir el equivalente a los microplásticos contenidos en una tarjeta de crédito –según un estudio de la Universidad de Newcastle (Australia)–, los cuales pueden llegar al organismo por alimentos y otros productos de consumo. Ahora, una investigación pionera en Iberoamérica, liderada por científicas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y el SES Hospital Universitario de Caldas, confirma la presencia de microplásticos en la placenta y que los bebés están expuestos a estos contaminantes desde antes de nacer.
El hallazgo de estos contaminantes abre nuevas líneas de investigación sobre su potencial impacto en la salud materno-fetal. En una segunda etapa se espera establecer asociaciones epidemiológicas entre la presencia de microplásticos en la placenta y algunos resultados reproductivos en las mujeres atendidas en la institución hospitalaria.
El proyecto inició en 2023 a partir de la tesis de María Valentina Suárez León para la Maestría en Física de la UNAL, quien buscaba identificar estas microscópicas partículas de plásticos en placentas. Este primer paso llevó a la conformación de un equipo interdisciplinario que ahora integran expertos en física del plasma, salud materno-perinatal y epidemiología ambiental de las tres instituciones mencionadas.
“Inicialmente la propuesta apuntaba a determinar la presencia de microplásticos en placentas. A partir de los primeros resultados se inició la exploración sobre la posible relación de estos con algunos desenlaces adversos del embarazo, como el parto pretérmino, la restricción del crecimiento fetal y la preeclampsia”, explica la investigadora sobre los pasos a seguir en el estudio.
Qué restos de micropláticos han encontrado en la placenta
Hasta ahora los resultados preliminares han confirmado la presencia de estas diminutas partículas en la placenta, identificadas cualitativamente a través de técnicas de última generación en el Laboratorio de Física de la UNAL. “Por el momento la identificación es cualitativa, es decir, se identifica si hay plásticos o no, y a qué familia química pertenecen los polímeros encontrados”, indica el doctor en Salud Pública Nelson Enrique Arias Ortiz, docente de la Universidad de Caldas e integrante del Grupo de Investigación Promoción de la Salud y Prevención de la Enfermedad (GIPSPE).
En el proceso se toma la placenta y se utilizan tecnologías de punta para caracterizar las muestras (microscopía SEM y espectroscopia por transformada de Furier). “El laboratorio cuenta con microscopios y equipos de espectroscopia que permiten identificar las propiedades químicas de los microplásticos, proporcionando información crucial para el desarrollo de la investigación”, señaló la profesora Elisabeth Restrepo Parra, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, directora del proyecto en la UNAL Sede Manizales.
El estudio también tiene una visión internacional. Parte de los avances preliminares ya se presentaron en el Congreso de la Sociedad Internacional de Epidemiología Ambienta, realizado en Santiago de Chile en agosto de 2024. Además, los investigadores esperan participar en congresos internacionales de obstetricia y epidemiología ambiental para compartir sus hallazgos.
El proyecto ha contribuido a formar nuevos talentos en salud. “En este estudio se anida el desarrollo de varios trabajos finales del programa de Especialización en Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Caldas, lo que aporta en la formación de talento humano en salud”, resaltó la doctora Leidy Henao Navarro, perinatóloga y obstetra, directora del proyecto en la Universidad de Caldas.
El equipo de investigación incluye destacados profesionales de diferentes áreas para resolver un problema de salud pública. Del SES Hospital Universitario de Caldas participan las doctoras Dayan González, docente del Departamento Materno Infantil de la Universidad de Caldas, junto con los residentes de Obstetricia y Ginecología Alejandro Ocampo Palacio, Johana Andrea Sánchez Salazar, María Fernanda Osorio Arcila y Jefferson Salguero Sánchez.
“En este proyecto se ha logrado la convergencia de saberes de las ciencias exactas, la epidemiología y la medicina clínica para estudiar un problema complejo”, señaló la doctora Alexandra Giraldo Osorio, profesora asociada del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Caldas y una de las investigadoras del proyecto.
Proyectado para culminar en junio de 2026, este estudio promete marcar un precedente en la investigación sobre contaminantes y salud materno-fetal en América Latina, reafirmando la importancia de la colaboración interdisciplinaria y el uso de tecnología de punta en beneficio de la salud pública.