Con trabajo duro e ilusión se puede alcanzar cualquier meta. Esto lo saben bien Raycho Raychev, un joven búlgaro que en un mes lanzará su primer transbordador espacial a 40.000 metros de altura. También Ignacio Hernández Medrano, que acaba de crear una empresa para encontrar pareja en función de la compatibilidad del ADN. Javier Campos, un aventurero que ha escalado el Everest y es la única persona que ha cruzado en invierto la cordillera del Himalaya. Y Francisco Martínez-Cosentino, que transformó una pequeña cantera familiar en la multinacional que es hoy Cosentino.
Todos ellos participaron como ponentes en el Seminario Líderes del Futuro, que por séptimo año consecutivo organizó la Fundación Eduarda Justo, y en el que más de medio centenar de jóvenes se contagiaron del entusiasmo y el idealismo de un equipo de ponentes que han hecho de sus vidas un ejemplo a seguir.
Superación, trabajo en equipo, compromiso o ambición fueron algunos de los términos más repetidos a lo largo de los tres días que duró el seminario Líderes del Futuro, clausurado este sábado por Francisco Martínez-Cosentino, con una conferencia en la que ha explicado cómo transformó su empresa familiar en la empresa líder mundial que es hoy. El esfuerzo, sobre todo; el trabajo en equipo; y la innovación están detrás del éxito de esta compañía cuyos responsables están comprometidos con la tierra que las ha visto nacer.
El Seminario Líderes del Futuro es una de las varias apuestas que realiza la Fundación Eduarda Justo, perteneciente al grupo Cosentino, realiza a lo largo del año y en la que toman parte jóvenes de la provincia de Almería, con el potencial para cambiar el mundo. Al menos ese es lo que se les ha enseñado en este seminario de liderazgo, que desde el jueves ha mostrado ejemplos de cómo personas como ellos han sido capaces de tener impacto en la sociedad.
La séptima edición de Líderes del Futuro ha reunido más de medio centenar de jóvenes, seleccionados por la propia Fundación Eduarda Justo, por su potencial para liderar proyectos en lo económico y lo social que pueden cambiar esta provincia. Y han podido comprobar que es posible alcanzar cualquier meta que se propongan, siempre que estén realmente convencidos de ello y trabajen duro para llegar al punto marcado.
Eso mismo les decía el montañero Javier Campos, cuyo lema es “rendirse nunca es una opción”. Este deportista, apasionado de la montaña, trabajó duro para hacer que su afición se convirtiera en su medio de vida. Y lo ha conseguido, eso sí, gracias a mucho esfuerzo y sacrificio, que es lo que hay detrás de las más de sesenta expediciones en las que ha participado.
Javier Campos repasó algunas de sus aventuras y de todas ellas supo sacar valores como liderazgo, tesón y motivación, que fueron los que trasladó a los participantes en el Seminario. Y también narró su experiencia en algunas expediciones fracasadas, que también las tiene, y cómo ha aprendido de ellas, porque, como a este montañero le gusta decir, “el mayor fracaso es no intentarlo”, el resto son aventuras que salen con un final diferente al planeado y de las que se aprende tanto o más que de las que acaban como se esperaba.
Más sorprendente aún es la historia de Raycho Raychev, un joven búlgaro que ha creado en su país una agencia espacial que, con un presupuesto a años luz de las grandes instituciones espaciales, ha conseguido desarrollar un transbordador capaz de subir a 40.000 metros y con el que se podrán hacer experimentos a gravedad cero.
Raycho Raychev es un historiador que desde pequeño soñaba con construir naves espaciales. Se puede decir que ha logrado su objetivo, aunque le haya costado arruinarse cuatro veces e invertir todo lo que tenía en una agencia espacial que él quiere convertir en la mejor del mundo. Él es un ejemplo de cómo con pocos recursos se puede hacer cara a grandes compañías y tener impacto a nivel internacional.
Lo mismo van a conseguir dos jóvenes españoles que fueron los ganadores del certamen Call to innovation, cuyo premio consistía en participar en un curso de la Singularity University de la NASA, un lugar donde se gestan muchas de las innovaciones que cambiarán el mundo en los próximos años. Karem Márquez e Ignacio Hernández Medrano contaron su experiencia en el Sillycon Valley y dejaron frases tan interesantes como que “la realidad es negociable”. Lo dijo Ignacio Hernández Medrano, un joven neurólogo que, aparte de contar sus proyectos de futuro, como una empresa que servirá para encontrar pareja a través de Internet comparando la compatibilidad del ADN, dejó claro que nada de lo que tiene le ha venido del cielo y que su vida ha estado llena de errores.
El Seminario Líderes del Futuro contó con la participación, además, de Azahara García, una joven almeriense becada por la Fundación Eduarda Justo y que en breve comenzará a trabajar en México, en una empresa de microfinanzas. Y con Francisco Ortiz, que está convencido de que la sociedad española necesita muchos cambios y uno de ellos es terminar con la “contracultura” emprendedora.
El Seminario Líderes del Futuro, capitaneado por Juan Martínez Barea, ha vuelto a ser un éxito y, lo más importante, ha conseguido despertar a muchos de los participantes.