Las primeras minas de cobre de Granada: se explotaron hace 4.000 años

Una investigación transdisciplinar liderada por miembros del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada (UGR) ha revelado que las sociedades argáricas de la Edad del Bronce (2200 – 1550 a.C.) ya explotaban hace cuatro mil años los recursos mineros de cobre de la provincia de Granada.

El estudio, en el que han participado también investigadores del CSIC y de las universidades del País Vasco y Gotemburgo, ha sido publicado recientemente por la revista científica Geoarcheology.

Principales minas de cobre para las sociedades argáricas

Los resultados obtenidos han puesto de manifiesto que para las sociedades argáricas la extracción de cobre en estos yacimientos era tan importante como la del área de Linares-La Carolina, considerada hasta ahora la principal zona de abastecimiento de metal durante la Edad del Bronce, y más intensa que la del área Almería-Cartagena, según indica Aaron Lackinger, investigador del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, y uno de los coautores de este trabajo.

Para Mercedes Murillo Barroso, profesora titular del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR e investigadora principal del estudio, «estos hallazgos tienen grandes implicaciones en la concepción que tenemos de la sociedad argárica, pues se muestra que estas sociedades no tuvieron dependencia de una única fuente de recursos de cobre, sino que el abastecimiento siempre fue múltiple, incluyendo también áreas mineras externas al ámbito cultural argárico, lo que mostraría un modelo productivo descentralizado».

Dónde estaban estas minas de cobre primigenias de la provincia de Granada

Las muestras arqueológicas que se han analizado para este trabajo proceden fundamentalmente de la cuenca de Guadix, comprendiendo desde restos de producción, puñales, puntas de flecha, punzones, escoplos o hachas hasta objetos realizados en cobre, cobre arsenicado y bronce.

El estudio ha permitido caracterizar muestras tanto geológicas como arqueológicas, con análisis de isótopos de plomo y elementos traza, permitiendo determinar la importancia de estos recursos para las sociedades prehistóricas.

Como señala la autora principal del trabajo, Mercedes Murillo Barroso, «los avances en las técnicas de laboratorio y los trabajos interdisciplinares en los que colaboramos tanto arqueólogos como geólogos, están permitiendo un mejor conocimiento de la explotación de los recursos y las redes de intercambio en la Prehistoria».