«Las personas con discapacidad intelectual tienen derecho a socializar»

El ocio inclusivo permite que las personas con discapacidad intelectual generen a su alrededor amistades duraderas.

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Las personas con discapacidad intelectual son ante todo personas. Y como tales necesitan socializar para tener una vida plena. Isabel Guirao lo visualizó claramente, y al frente de la Asociación A Toda Vela, creó el modelo ‘Ocio inclusivo’, una innovación en el Tercer Sector, saliendo de las cuatro paredes de la sede protegida de la asociación y conviviendo con los demás en espacios comunitarios. Un camino en el que ha estado apoyada por una red de más de 3.000 voluntarios, cientos de profesionales y miles de ciudadanos y ciudadanas que compartieron su visión. Aporta su talento como consejera del Consejo Social de la Universidad de Almería para beneficio de toda la sociedad.

Isabel Guirao.

La emprendedora social y fundadora de ‘A Toda Vela’, tras 27 años como directora de la asociación y dos en la lista de las ‘100 mujeres más influyentes de España’, está recién jubilada, pero eso no significa que aparque su compromiso social, que sigue compartiendo como consejera del Consejo Social de la Universidad de Almería y participando en el voluntariado que tanto le apasiona.

Isabel Guirao recuerda que “hice un voluntariado en un colegio de niñas en Granada y otro en Guadix y me enamoré de las personas con discapacidad intelectual. No tenía familiares ni nadie a mi alrededor con discapacidad. Por eso es importante impulsar el voluntariado, pues los voluntarios y voluntarias pueden ser agentes de cambio social”.

La emprendedora social explica que “el ocio inclusivo surge para que las personas con discapacidad intelectual disfruten y compartan sus tiempos de ocio junto a otros ciudadanos en las instalaciones comunitarias y en los horarios normalizados para su edad. Tienen derecho a socializar y no pueden estar aisladas”. Ahondando en la idea, Isabel Guirao afirma que “llegó un momento que nos dimos cuenta en ‘A Toda Vela’ que las personas con discapacidad intelectual estaban demasiado protegidas y aisladas de sus barrios y de sus vecinos; salían de sus barrios a las ocho de la mañana en transportes especiales y volvían a las ocho de la tarde y nadie sabía dónde habían estado. Como suele decirse ‘corazón que no ve, corazón que no siente’. El ocio inclusivo les sitúa en el escenario de la comunidad y permite al resto de los ciudadanos que los conozcan y empaticen con ellos y ellas”.

A este concepto se suma el voluntariado. “Como lo impulsamos desde el primer momento, hay muchísimas personas que han hecho voluntariado y tanto ellos como su entorno más cercano se han contaminado de ese cambio de mirada, más ética y justa con las personas con discapacidad intelectual”. 

Paralelamente, el ocio inclusivo permite que las personas con discapacidad intelectual generen a su alrededor amistades duraderas. “Hay una serie de cosas que hacemos con amigos y que las personas con discapacidad no hacían, por ejemplo, tener un móvil con la agenda llena de contactos. Por eso, el ocio inclusivo también les permite que conozcan gente, se enamoren de ellos y establezcan contactos, y para eso necesitan modelos, que son los voluntarios, los cuales les ayudan a establecer las primeras amistades”.  

Paralelamente, el ocio inclusivo facilita a las personas con discapacidad intelectual que generen a su alrededor amistades duraderas. “Hay una serie de cosas que hacemos naturalmente y que las personas con discapacidad no hacían, por ejemplo, tener un móvil con la agenda llena de contactos, de amigos. Por eso, el ocio inclusivo también les permite que conozcan gente, se enamoren de ellos y establezcan contactos y relaciones significativas, pero para eso necesitan modelos, que son las personas voluntarias las cuales les ayudan a establecer las primeras amistades, a comprender y practicar las reglas del juego social”. 

El Consejo Social de la Universidad de Almería quiere visualizar los perfiles de las personas que forman parte de este Órgano, que une la UAL con la sociedad. Personas brillantes en su parcela que quieren aportar sus conocimientos para mejorar la Universidad y, en definitiva, contribuir al desarrollo sostenible de la provincia. Isabel Guirao expresa estos pensamientos en la sede de ‘A toda Vela’, a la que regresa tras tres meses jubilada en un placentero retiro en plena naturaleza en Vélez-Rubio, y nada más verla tanto los trabajadores como usuarios se han fundido en abrazos y sonrisas con la fundadora de la asociación.

Además de consejera del Consejo Social de la UAL, Isabel Guirao es fundadora y directora de ‘A Toda Vela’ durante 27 años, medalla al mérito educativo, emprendedora social de Ashoka, dos veces nombrada entre las ‘100 mujeres más influyentes de España’ en el tercer sector e impulsora del innovador concepto ‘Ocio inclusivo’.

Para Isabel Guirao, la Universidad puede contribuir de varias maneras: “Formando a los profesionales en los nuevos modelos y paradigmas basados en  derechos, dignidad y comunidad, haciendo accesibles sus instalaciones y su programación cultural, social y deportiva para conseguir la plena inclusión”. Por último, confiesa que su participación en el Consejo Social de la Universidad de Almería le llena de satisfacciones: “es un Consejo donde están todas las sensibilidades, estamos gente del Tercer Sector, la empresa, la universidad, estudiantes, sindicatos, etc., y eso trae consigo que haya muchas miradas que conecten con las necesidades y demandas de la sociedad”.