Las Jornadas del Siglo de Oro, un arranque ‘quijotesco’

‘En un lugar del Quijote’, de la compañía Ron La La abrió el ciclo de representaciones de gran formato de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería, que continúan hasta el 26 de abril, con propuestas para todos los públicos.

‘En Un Lugar del Quijote’ inauguró el viernes el ciclo de nueve representaciones teatrales que se repartirán entre el Auditorio Municipal Maestro Padilla y el Teatro Apolo desde ayer hasta el próximo 25 de abril, en el marco de las 32º Jornadas de Teatro Del Siglo de Oro. Dirigida por Yato Cáceres y llevada a escena por la Compañía Ron Lalá, la obra hizo las delicias de los asistentes con una mezcla de fidelidad al texto original cervantino, que precisamente este año se cumplen cuatro siglos de la publicación de la segunda parte, y una importante dosis de metateatro que llevó en algunos momentos a interactuar a personajes y autor en un mundo de locura, ensoñación y de romanticismo caballeresco.

El Quijote más cervantino y el Cervantes más Quijotesco trajeron sobre las tablas las aventuras más conocidas del Ingenioso Hidalgo, los molinos por gigantes, la matanza en el rebaño, el bálsamo de Fierabrás y sus efectos en los dos impulsivos protagonistas, la bajada a la cueva de Montesinos o el caballo de madera Clavileño. Sin olvidar el reto incesante del bachiller Sansón Carrasco, quien pondría fin en las playas de Barcelona a las andanzas del caballero de la triste figura.

'El rey Perico'.

‘El rey Perico’

La segunda gran cita teatral de las Jornadas del Siglo de Oro dejó en un gran sabor de boca gracias a su mezcla de humor clásico y moderno.

Doña Estangurria es una joven princesa que incumple, prácticamente, todos los tópicos que la protagonista de un cuento debería cumplir. Maleducada, lenguaraz y poco agraciada es, sin embargo, su fobia al matrimonio lo que trae a su padre, el Rey Perico, por el camino de la amargura.

Las venturas y desventuras de este desdichado rey, de su hija y los pretendientes que la cortejan, llevan al espectador a presenciar multitud de escenas cómicas, que en ocasiones rozan el absurdo, con un peculiar y característico estilo que fusiona el texto original de Diego Velázquez de Puerco con una singular manera de entender a los clásicos en la que el director del montaje, Juan Dolores Caballero, deja entrever sus raíces andaluzas.

El Rey Perico y la dama tuerta, es un montaje sencillo y pulcro. Sólo unas cuantas columnas de atrezo adornan un escenario en el que la acción va de menos a más. La comedia deja caer, poco a poco, los chascarrillos, goteando hasta convertirlos en golpes de humor que pasan de dibujar sonrisas a arrancar la carcajada del público que ayer acudió al Auditorio Maestro Padilla de la capital.

Una ‘comedia burlesca’, como venía a llamarse en la época, que enreda al espectador, al que primero sorprende con sus giros grotescos. Mezcla chistes, chanzas, feísmo, atrevimiento, originalidad y descaro con el único fin de hacer reír una vez tras otra.

El Siglo de Oro continuará inundando las calles de la capital de literatura clásica hasta finales de mes. Quedan aún por delante siete citas teatrales sobre las tablas del Maestro Padilla y del Teatro Apolo en las que algunos de los textos más importantes de la historia de las letras españolas se pondrán en escena.

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